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Feliz de ser infeliz

Feliz de ser infeliz

Rabino Iojanan Zweig

(Torah.org) “Y sucedió que el pueblo buscó excusas para quejarse, lo cual fue malo a los oídos de Hashem …” (11: 1).

En la parashá de esta semana Beha’alotejá nos presentan a un grupo de Bnei Israel que se describe como “quejosos”. La Torá registra que expresaron tres quejas principales. Aunque Hashem, en su gran bondad, milagrosamente permitió a Bnei Israel completar un viaje de tres días en un día para acelerar su llegada a Eretz Israel, aquellos se quejaron del arduo viaje que los obligaban a emprender1. También expresaron su insatisfacción con el man, el alimento celestial que se les suministra diariamente. Aunque el man les proporcionó todas sus necesidades nutricionales y acomodaba cualquier sabor que desearan sus paladares, todavía tenían el descaro de expresar su preferencia por la dieta que tenían en Egipto como esclavos2. Finalmente, lloraron por las relaciones que se les prohibieron cuando aceptaron la Torá3

¿Qué motiva a una persona a ser un quejumbroso incesante? ¿Por qué una persona intenta convertir todo lo positivo que se ha hecho por él en negativo?

La Torá registra cómo Hashem, enojado por los quejosos, envió un fuego para consumirlos4. Rashi cita la opinión de que aquellos que fueron asesinados estaban entre los líderes de la generación. Habían pecado en la revelación de Har Sinai cuando “miraban a Hashem”. Sin embargo, Hashem se abstuvo de ejecutarlos en ese momento para no estropear la celebración de recibir la Torá. Fue ahora cuando se aplicaron los castigos diferidos5. Estas quejas tuvieron lugar siete meses después de la revelación de Har Sinai. ¿Por qué fue en este momento que los líderes fueron castigados?

Para que una persona evite sentirse endeudada y responsable por el bien que se le ha hecho, busca una perspectiva negativa hacia todo lo que tiene. Tal persona se siente miserable para no tener que reconocer que lo que tiene es bueno. Rashi comenta que los quejosos estaban buscando una excusa para separarse de Hashem6. Al negar el bien que Él había hecho por ellos, no sentirían ninguna responsabilidad de corresponder, y se sintieron cómodos rompiendo la relación. Es en esta coyuntura que aquellos que “miraron a Hashem” fueron castigados. Su error original podría haberse descartado como una consecuencia del deseo de estar más cerca de Hashem como nuestros jajamim dijeron: “Ha’ahavah Mekalkelet et Hashurah” – “el amor distorsiona los límites de la corrección”7. Sin embargo, a través de sus quejas, se hizo evidente que aquellos quejosos no deseaban una relación más cercana con Hashem. Fue entonces cuando se los castigó por su comportamiento inapropiado en la revelación de Har Sinai.

1. 11: 1 Ver Sifri 82

2. 11: 4-6

3. 11: 10

4. 11: 1

5. Rashi ibid. Ver Rashi Shemos 24:10 Ver también Tanjuma Behalotja 16

6. Rashi 11: 1

7. Sanhedrin 105b Ver Rashi Bereshit 22: 3.

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