28 de julio de 2019
(jewishpress.com. Foto: Hombres judíos estudiando en una Ieshivá). Durante los últimos 11 meses, he estado involucrado en la lucha para proteger la educación de Ieshivá del alcance excesivo del Departamento de Educación del Estado de Nueva York (SED). Recientemente, he estado implorando a las personas que expresen su oposición a las nuevas regulaciones educativas propuestas por el estado, lo que equivale a un intento de controlar los estudios de Ieshivá.
Durante este tiempo, muchos me han preguntado por qué no podemos cooperar con los esfuerzos del estado para reformar la educación de la Ieshivá. La respuesta es la siguiente: no recibiremos una audiencia imparcial del estado. El estado está motivado por el deseo de tomar control de los planes de estudio de las escuelas privadas. Su objetivo final es forzarnos a adoptar un plan de estudios secular y progresivo.
No estoy solo en ver las cosas de esta manera. Las Escuelas Católicas y la Asociación de Escuelas Independientes han llegado a la misma conclusión. Hay 1.800 escuelas privadas en Nueva York. Más de 1,000 de ellos, la mayoría de los cuales no son Ieshivot, se oponen a la interferencia del estado en nuestro currículo, horarios y opciones de personal.
El martes pasado, curiosamente, recibimos apoyo de una fuente inesperada: un artículo en Education Next, una publicación afiliada al Programa sobre Educación y Gobernabilidad en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard. Ese mismo día, el New York Daily News presentó un artículo de opinión de Ira Stroll, el editor jefe de la publicación, quien señaló que el artículo de Education Next es “el producto de seis meses de investigación que se basó en cinco bibliotecas y archivos en dos estados y el distrito de columbia”.
Su conclusión: El “esfuerzo regulatorio actual para evaluar las ofertas educativas de las escuelas hasídicas parece ser sólo el último desarrollo en un largo impulso gubernamental contra la educación religiosa de las minorías”. De hecho, el artículo documenta una lucha de un siglo de duración por parte de elementos antirreligiosos en el estado para controlar escuelas religiosas
En su artículo de opinión, el Sr. Stroll emplea un lenguaje aún más fuerte del que yo me atrevería a usar. Escribe: “Los padres de escuelas privadas… son justificadamente sospechosos de la interferencia de los políticos y burócratas que no se han destacado en la operación de las escuelas públicas. Los padres de las escuelas religiosas tienden a ver que tal intromisión está menos motivada por la preocupación benigna por los estudiantes que por el fanatismo”.
Una segunda conclusión del estudio de seis meses implica un análisis de la educación en la Ieshivá. Como parte de su investigación, Education Next visitó dos Ieshivot que fueron seleccionados para ser criticados por aquellos que defendían las pautas educativas propuestas por el estado. Tenían acceso irrestricto a aulas y estudiantes. El artículo aún concluye que la educación en la Ieshivá es, en general, superior a la de las escuelas públicas.
No me sorprendió. A principios de este año, The Jewish Press utilizó la Ley de Libertad de Información para obligar al estado a proporcionar puntajes de Regent para escuelas públicas y privadas en todo el estado, lo que indicaba claramente el desempeño superior de las Ieshivot. Ni siquiera estaba cerca.
Si el estado de Nueva York está interesado en mejorar la educación, sería bueno enfocarse en sus propias escuelas públicas. O, como concluyó el artículo de Education Next: “Si el estado vuelve a revisar las leyes de educación, tal vez debería considerar revertirlas, lo que requiere que las escuelas públicas sean sustancialmente equivalentes a las religiosas en lugar de al revés” (énfasis agregado).
El artículo de Education Next es una lectura obligatoria para cualquier persona interesada en la educación de Ieshivá. Y participar en la campaña actual para oponerse al esfuerzo más reciente del estado para interferir con la educación de la Ieshivá es algo que se debe hacer.
