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Hay que empezar a limpiar la casa

Hay que empezar a limpiar la casa

Rab David Zaed

8 de setiembre de 2019

Una de las cosas más importantes que nos regala Hashem en la vida son los días de Rosh Hashaná y de Iom Kipur. Rosh Hashaná es el día en el que Hashem juzga a Sus criaturas. En el día de Rosh Hashaná, nos arreglamos y nos vestimos con las mejores ropas. Esto, para demostrar que, aunque es el Día del Juicio, estamos seguros de que nuestro veredicto nos será favorable (ver M. Brurá en Sh. Aruj O. Jaim 581-4/25). Este optimismo es porque nos estamos presentando frente a Hashem con las manos limpias de pecados, por haber regresado en Teshubá.

A ver: ¿Cuándo regresamos en Teshubá? ¿Un minuto antes del comienzo de Rosh Hashaná? ¿Cuánto duró el proceso de Teshubá? ¿Ese minuto previo a Rosh Hashaná? Con ese minuto de Teshubá ¿fue suficiente para que nos presentemos a HaKadosh Baruj Hu engalanados, seguros de que nuestro veredicto va a ser favorable?  Si nos sinceramos con nosotros mismos, admitiríamos que no alcanzaría todo el tiempo del mundo para estar convencidos de que nuestra Teshubá fuera completa, y para que nos sintamos absolutamente confiados de que a partir del primer momento de Rosh Hashaná, estemos inscriptos en el Libro de la Vida…

Pero no hace falta que transcurra “todo el tiempo del mundo”. Al igual que en Pésaj, que con treinta días de anticipación, si limpiamos bien la casa, en la Fiesta ya no habrá ni una migaja de Jametz, también, desde el primer día del mes de Elul, que son treinta días antes de Rosh Hashaná, comencemos a “limpiar la casa” (a nosotros mismos) y nos iremos elevando esprititualmente, cada vez más.

La persona podría argumentar que son muchas las cosas que hay que componer. Es cierto. En ese caso, hay que hacer igual que en Pésaj, que hay que limpiar el Jametz “hasta donde llegue la mano”. Hay que hacer el intento, y todo lo posible, para regresar en Teshubá, en especial de aquello que sabemos que es lo más relevante y lo que “está al alcance de la mano”.

El mes de Elul es pódigo en oportunidades para superarse, mucho más que en otras épocas del año:

  • El toque del Shofar (ashkenazim)
  • Conferencias
  • Clases
  • Shiurim
  • Publicaciones diversas
  • Plegarias especiales

Si aprovechamos bien estos treinta días, durante todos los días, podremos adquirirla confianza en nosotros mismos, para llegar fuertes y seguros, a los días de Rosh Hashaná y de Iom Kipur.

En este mes de Elul, debemos intensificar todo tipo de actividades que nos permitan enriquecer nuestra Neshamá (alma), buscando sedientos cualquier manantial de Torá que brote, del que podamos abrevar hasta la última gota. Si así lo hacemos, en el primero momento del año que está próximo a llegar, estaremos inmaculados y pulcros por fuera, con nuestras ropas, y también por dentro, con nuestras conductas.

Y llenos de emoción, exclamaremos con la boca llena de alegría: “Tajel Shaná Ubirjoteha” – ¡Que comience el año con sus bendiciones!

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