23 de octubre de 2019

Hoy es un día especial, ya que es el Yahrtzeit del santo Ribnitzer Rebbe zt”l. Su kéver se ha convertido en uno de los lugares sagrados más visitados del mundo con miles de personas que hoy están rezando en su kéver.

Fue a principios de la década de 1980 y Rivka estaba en problemas. Tuvo una vida difícil mientras crecía y desafortunadamente terminó casándose con Mahmoud, un árabe. Como muchos otros, ella fue atrapada por sus formas engañosas (hablaba un hebreo perfecto) y cuando se dio cuenta de su trágico error, ya era demasiado tarde. Estaba sujeta a una vida de abusos y horrores. A pesar de la dificultad, temía por la vida de sus tres hijos, dos niñas y un niño… así que se quedó. Tenía miedo de lo que les sucedería si huía. También estaba esperando un cuarto hijo en ese momento.

Un día recibió una llamada del jefe de su esposo. Mahmoud tuvo un accidente en el trabajo. Tocó un cable con corriente y fue electrocutado hasta la muerte. Ella era libre.

Ella había sabido sobre la organización de rescate Yad L’Achim durante bastante tiempo, pero tenía miedo de comunicarse. Aunque todavía tenía miedo de la familia de su esposo, descubrió que había una oficina de Yad L’Achim en Haifa, cerca de su pueblo. Un día, ella se escapó con sus hijos y entró en la oficina de Yad L’Achim pidiendo ayuda. Yad L’Achim inmediatamente se puso en acción. Pudieron ayudar a Rivka y a sus tres hijos y llevarla a una casa segura en Eretz Israel.

Yad L’Achim pronto se dio cuenta de que la vida de Rivka todavía estaba en peligro. La familia de Mahmoud la amenazaba a ella y a sus hijos y buscaban formas de averiguar su ubicación. Yad L’Achim fue a consultar con HaRav Shaj zt “l sobre qué hacer con este caso específico. Rav Shaj le aconsejó a Yad L’Achim que llevara a Rivka y sus hijos a América. Una vez en América, Rav Shaj alentó a que intentaran ser colocados en las escuelas de Satmar.

Prestando atención al consejo de Rosh Yeshivá, Yad L’Achim pudo llevar a Rivka y a sus tres hijos a Estados Unidos de manera segura a una familia en Williamsburg que estaba a cargo de garantizar su bienestar allí.

Rivka dio a luz a un bebé sano en Estados Unidos. Desafortunadamente debido a varias circunstancias, Rivka fue incapaz de criar a sus hijos y, con la guía de Guedolei Israel, se buscaron hogares adecuados que pudieran adoptar y criar a estos preciosos niños.

Bajo la guía de Rav Shaj de que los niños serían ubicados idealmente en instituciones de Satmar, se buscaron familias locales que pudieran cumplir la gran mitzvá de acoger a estos niños.

Un miembro del personal de Yad L’Achim en los Estados Unidos buscó la bendición del Rebe Satmar, el Beirach Moshé zt “l. El Rebe inmediatamente sacó dinero de su bolsillo para ayudar a los niños. Cuando le dijeron que todo lo que se solicitó fue la brajá del Rebe. para que estos niños sean colocados en sus instituciones, el Rebe respondió: “¿Cómo puedes negarme el zejut (mérito) de ayudar a Yad L’Achim y a estos niños?” Luego dio su brajá entusiasta por el éxito mientras daba la bienvenida a los niños.

Sorprendentemente, tres familias, incluidas dos de Williamsburg, se ofrecieron fácilmente a adoptar a tres de los niños y criarlos como propios. Y, de hecho, estos niños que crecieron en una aldea árabe ahora estaban aprendiendo el aleph-bet y creciendo para ser judíos saludables y exitosos.

Quedaba una niña que aún no había encontrado un hogar. Una pareja de Flatbush extendió la mano y suplicó que se le permitiera adoptar a la niña más joven. Aquí estaba su historia: No fueron bendecidos con niños durante más de quince años y se habían acercado al Ribnitzer Rebbe zt “l por un brajá que merecían tener un hijo. El Ribnitzer les dio un brajá única; les dijo que, si adoptaban un niño judío necesitado y lo criaban como propio, merecería tener su propia descendencia. Parecía cerrar el círculo cuando el Rebe Ribnitzer era un firme defensor de Yad L’Achim. El Rebe asistió a eventos de Yad L’Achim, contribuyó con su propio dinero y entregó su brajá a quien los apoyara y a su trabajo de Pidyon Shvuyim.

Eran una pareja especial y cálida y parecían encajar perfectamente con el precioso niño. Adoptaron a la niña más joven, Sara. Once meses después, la brajá del Rebe Ribnitzer se cumplió con el nacimiento de una niña. Ahora tenían dos niñas en su familia.

Hoy, estos cuatro hijos están casados ​​y han criado a sus propias familias judías. Y sí, los dos niños que crecieron en una aldea árabe, hoy usan shtreimels en Shabat.

L’Illui Nishmat el Rebe Ribnitzer, Rav Jaim Zanvil ben R ‘Moshe zt “l cuyo Yahrtzeit es hoy.