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Un canto de alegría

Un canto de alegría

Rab David Perets

Estamos ante la celebración de una festividad diferente e interesante en la que conmemoramos el año nuevo de los árboles, Tu Bishvat. Es en esta fecha en la que se define el diezmo de las frutas; sin embargo, en la parte oculta de la Torá, este día tiene un significado profundo.

No es coincidencia que esta fiesta de los árboles sea celebrada cuatro meses exactos luego de la fiesta de Sucot en la que también tomamos y elevamos un fruto especial, el etrog.

Las dos escuelas halájicas principales, Bet Shamai y Bet Hilel, en el Talmud Maséjet Rosh Hashaná 2a, discuten acerca de la fecha en la que se debería festejar Tu Bishvat. Bet Hilel opina que debe ser el 15 de Shevat, y Bet Shamai por su parte dice que se debería estipular para el 1 de Shevat. Es raro que ellos argumenten sobre este punto siendo algo muy obvio para nuestro calendario.

Nuestro calendario de 12 meses se divide en tres partes de cuatro meses cada uno:

  • Desde el 15 de Tishre al 15 de Shevat
  • Desde el 15 de Shevat al 15 de Sivan
  • Desde el 15 de Sivan al 15 de Tishre

Los primeros cuatro meses se caracterizan por que la labor del campo se encuentra aun bajo el suelo, por lo que se debe arar y abonar la tierra para que ella aporte un mayor crecimiento.

Los cuatro meses subsecuentes se identifican por ver el crecimiento de los árboles y el nacimiento de las flores y frutos.

Los últimos cuatro meses son los de la cosecha de los frutos en donde se traen los Bikurim, las primicias al Templo.

Estos tres procesos son paralelos a la vida de la persona. La primera etapa es en la que se hace un trabajo interno, de educación, programación de pensamiento, en la que aun lo que se está formando no es notorio.

Le sigue una fase en la que se pone en desarrollo los pensamientos convirtiéndolos en realidades. Y, el último periodo es en el que se cosechan los frutos de los hechos de la persona y todo el trabajo que realizó.

La Torá nos enseña la forma en la que debemos ir desenvolviéndonos en el transcurso de nuestra vida para lograr resultados de una manera óptima.

El 15 de Tishre es el día en el que ya finalizó el tiempo de hacer Teshuvá e inició la fase del apego y verdadera muestra de amor y felicidad hacia D”s.  Luego de haber perfeccionado sus hechos es que puede ordenar sus pensamientos para programarse para el nuevo año, y luego de ese tiempo de trabajo interno es que va a empezar a ver los resultados de lo que ha ido formando, siendo este momento de brote en el que se desenvuelve una magna alabanza a D”s el día de Tu Bishvat.

La discusión entre Bet Shamai y Bet Hilel transcurre en el establecimiento de esta primera etapa.

Bet Shamai, quien era más estricto, afirmaba que se debería empezar desde Rosh Hashaná en el que la persona hace una Teshuvá por temor, pero Bet Hilel decía que se debía iniciar cuando la Teshuvá se daba por una cercanía de amor, con la fiesta de Sucot.

Sin embargo, ambos están de acuerdo que en la fiesta de Tu Bishvat se debe celebrar el crecimiento producto del trabajo interno.

Así como Tu Bishvat es una ocasión de júbilo y alabanza, vemos que nuestra Parashá nos trae un cántico, el Shirat Hayam, en el que Bene Israel demuestra su total entrega a D”s.

Toda la preparación que tuvimos previa a la salida de Egipto, el despliegue de plagas y milagros que Hashem hizo por nosotros, produjo que nos llenáramos de fe para que en el momento en que nos encontráramos frente al Mar Rojo, tuviéramos el valor de tirarnos al agua demostrando nuestra confianza en D”s.  Y, al ver la partida del Yam Suf, nuestro apego, fruto de la labor, fue tal que sólo pudimos expresar nuestro agradecimiento a través de una de las mayores muestras de alegría: el canto.

Que toda esta felicidad podamos verla reflejada en nuestra vida apreciando los frutos de todo nuestro esfuerzo para bendición.

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