728 x 90

Santificar el nombre Divino

Santificar el nombre Divino

Alberto Kalejman

3 de julio de 2020

Cuando Hashem quería que Moshé o Aharón tomaran su propia vara, decía “mateja” (tu vara), como dice el pasuk en Shemot: “Toma tu vara y échala delante del Faraón, y se tornará serpiente”. Según nuestra parashá, podemos entender que hay una única y es especial.

En una parashá anterior (Koraj) se relata que Moshé les dijo a los líderes de cada tribu que “traigan una vara para el tabernáculo”. Estas varas tenían la particularidad de que en ella estaban escritas el nombre del líder de la tribu al cual correspondía; por ejemplo, el nombre de Aharón estaba escrito en la que correspondía a la tribu de Levi.

La vara que Hashem elegía florecía (eligió la de Aharón) y de ella salieron almendras que fueron puestas para decorar el Arón Hakodesh (donde estaban las tablas).

En Parashat Jukat, “Moshé tomó la vara delante de Hashem”. De esto surge una pregunta ¿Por qué Moshé tomó la vara florecida y no otra? Podemos responder así: Para mostrársela a la roca y que aprenda una lección, así como este trozo de madera seco floreció y vivió para santificar el nombre de Hashem, así tú debes santificar el nombre de Hashem dando agua, aún cuando no es tu naturaleza.

Así nosotros tenemos que aprender a santificar el nombre de Hashem. ¿Qué es santificar el nombre de Hashem? El Rambam escribe: “…Cada acto justo y bueno que hagamos cuando nadie nos está viendo es kidush Hashem”.

En otras palabras, nos quita de la cabeza que el concepto de kidush Hashem involucra sólo la santificación de Hashem en público. La idea esencial contenida detrás de santificar a Hashem es hacer Su deseo, aún en las circunstancias más difíciles. Los actos privados, de alguna manera, pueden llegar a producir las más inalcanzables santificaciones de D-s.

¿Por qué es tan difícil hacer la voluntad de Hashem en privado? Porque la gente está naturalmente dispuesta a hacer cosas basadas en lo que los otros piensen acerca de ellos y si hacen cosas buenas en público es, por lo general, por el reconocimiento de los demás.
Por otro lado, usualmente el barómetro de la grandeza son esos actos en la intimidad, ya que están siendo manejados exclusivamente por la consciencia interna de cada uno. Éstos demuestran que la persona tiene a D-s y sólo a D-s en su mente; estos actos, por lo tanto, afirman la existencia de D-s de una manera única y muy poderosa.

El Kidush Hashem tiene también otro aspecto muy importante: Las causas posteriores que no son necesariamente vistas inmediatamente o a veces no son fáciles de entender. Es como plantar una semilla: Los resultados no son vistos sino hasta después. Este lapso, esta distancia, entre la causa y el efecto aumenta la dificultad de mantener la conexión al deseo de D-s. Veesrat Hashem (con la ayuda de Hashem) que podemos aprender de la vara, que así, aunque estaba seca, muerta, hizo Kidush Hashem y se humedeció y floreció, cuanto más nosotros que estamos vivos, y que podemos cuidar de nuestros actos, y que siempre sean al kidush Hashem

Noticias Relacionadas