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Debemos construir un arca

Debemos construir un arca

Sivan Rahav Meir

19 de octubre de 2020

¿Qué hacemos cuando se acerca un diluvio? ¿Cuándo, a veces, pareciera que el mundo entero se ha vuelto loco?  

Como ocurre en la Porción de esta semana -parashat Nóaj- a veces es necesario entrar en un arca. Nos reunimos en su interior y nos enfocamos en la familia y en los que son cercanos a nosotros, cuidamos de nuestros valores básicos y no nos enredamos con todo lo que ocurre afuera. 

El libro “Netivot Shalom” nos recomienda que encontremos el arca de Noé en nuestro interior. En momentos de crisis, debemos encontrar los puntos positivos y buenos que se encuentran escondidos en nuestro interior y maximizarlos.  

Así está escrito allí: “Inclusive en situaciones, en las cuales, a nuestro alrededor hay un diluvio y todo parece andar mal, se encuentra un arca de Noé que salva. Cuando el hombre siente depresión y esta decaído, el consejo es “hazte un arca”.  

En cada uno hay una chispa divina en su interior, desde la cual recibe energía poderosa de fuerzas superiores y con ello puede superar la situación, y ésta es su arca de Noé, la cual lo salva del diluvio. 

Todos nosotros tenemos algo en nuestro interior que es puro y bueno, una cualidad o capacidad que guardamos para las peores situaciones, algo que nunca se ha rendido. Es esta cosa especial la que nos salva en los momentos más difíciles. Nuestra generación tiene tres arcas de Noé: La Torá, el Shabat y la unión. Estas son fuerzas poderosas del bien que con ellas podemos sobreponernos al mal que nos rodea.  

Parashat Nóaj no pertenece sólo a aquella generación. Ella tiene una enseñanza que llega hasta las últimas generaciones, que en cualquier situación que nos encontremos hay hacia dónde huir, inclusive en la peor situación es posible apegarse al bien.” 

Entonces, ¿cuál es vuestra arca?

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