Sivan Rahav Meir 

23 de diciembre de 2020

Dael Cohen me envió una idea simple e increíble: “Muchas veces las cosas en la vida parecieran estar atascadas. También en la porción de esta semana, Parashat Vaigash, pareciera que no hay salida. Los hermanos se encuentran parados frente al gobernante egipcio que insiste en quedarse con uno de ellos.  

La situación se complica y no está claro cómo podrán salir de ella. En muchas ocasiones nos encontramos en una negociación agotadora y difícil. Puede ser un empleado que pide un aumento de sueldo, un soldado que desea participar de algún curso militar o inclusive un convicto que se encuentra frente al juez.  

Uno se siente bloqueado, rodeado de murallas de normas, limitaciones y estrictos procedimientos. ¿Qué hacemos entonces? 

Yehudá nos enseña que la llave es abrir el corazón. “Vaigash Yehudá” – Se acercó Yehudá.  

De manera simple se acercó Yehudá al gobernante egipcio y relató la historia incluyendo todos sus detalles y complexidades. El habló con fluidez y sinceridad, compartió sus sentimientos y no se avergonzó en gritar y expresar su angustia. Y entonces lo totalmente inesperado ocurrió: Iosef, el severo gobernante egipcio no consiguió contenerse, revelándoles que él es el hermano hace tanto tiempo perdido.  

Los hermanos se emocionaron, lloraron y se reunieron y todo cambió para bien.  

Cuando empezamos a hablar con la verdad, con sinceridad, un corazón encuentra al otro, y pasamos de un estado de juicio estricto a un estado de bondad, amabilidad. De repente las murallas caen y todo se vuelve más posible y flexible.  

Prueben hacer esto en el hogar.