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Sivan Rahav Meir: Tres reflexiones de Doron Sheffer

Sivan Rahav Meir: Tres reflexiones de Doron Sheffer

Sivan Rahav Meir 

Entonces, ¿qué es más difícil, jugar baloncesto en el Campeonato Europeo o ser un buen padre de cinco niños? Esta fue la pregunta que hizo el jugador de baloncesto Doron Sheffer al centenar de niñas y jóvenes participantes del seminario “Nos Reunimos”.  

Anoche, las chicas que participaron en el taller entrevistaron a Sheffer y he aquí algunas frases que me llevé conmigo de este encuentro: 

– “Mi retorno al judaísmo no fue un cambio sino más bien una reelección. Volver a elegir mi esposa, mi trabajo, a mí mismo, encontrar lo nuevo en aquello que ya existe. Este es un gran principio de la Torá, el de renovarse una y otra vez. No es por acaso que la primera Mitzvá de la Tora es la santificación del nuevo mes, el cual está conectada a la renovación de la luna a cada mes.” 

– “Estuve enfermo de cáncer y esto también me llevó a cambiar mi forma de vida. Hoy vivimos en el Moshev Amirim, en el norte del país y tratamos de estar conectados con la naturaleza. En la época del coronavirus recordé mi enfermedad. Tengo la esperanza que, así como yo cambié como resultado de la crisis, también el mundo no seguirá como antes, sino que cambiará también. Dicen ‘que pase el año y sus maldiciones’ –el pasar también indica propósito-. ¿Cuál es el propósito de las maldiciones que hemos pasado? ¿Qué hemos aprendido de ellas?” 

– “Cuando estaba en la cima del éxito como jugador israelí de baloncesto fuera de Israel, me juzgaron por cada acto y cada canasta. En ciertos momentos me alababan y en otros me maldecían”.  

El mundo de los deportes, así como el mundo de los negocios y el mundo de los medios de comunicación, pueden esclavizarte y convertirte en un ‘becerro de oro’ recibidor de honor y dinero, etc.

Hoy, soy aficionado al deporte, pero de manera diferente. Hoy por ejemplo tengo la costumbre de jugar baloncesto sin contar las canastas, sin ver los resultados. Al principio las personas no entendían, cómo se puede jugar sin medir los resultados. Pero luego entendieron que la sensación es de gran diversión y queda el hecho en sí, el de jugar juntos.”

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