Sivan Rahav Meir
Un nuevo mes empieza hoy: Tamuz.
Recientemente aprendí una hermosa idea sobre la renovación, a partir de un escrito del santo Baal Shem Tov, fundador del movimiento jasídico:
Cuando el hombre se para, después de haber dormido, debe poner atención sobre tres cosas: El primer pensamiento que le viene a la mente, la primera palabra y lo primero que hace. Después de todo, nos expresamos a través de nuestros pensamientos, del habla y de las acciones. De allí que debemos asegurarnos de que el comienzo del día sea positivo y adecuado.
Si el primer pensamiento es “uff, el reloj despertador está sonando”, esto influenciará los pensamientos del resto del día.
También en el campo del habla: “La persona debe tener el cuidado de santificar y purificar sus primeras palabras”, así escribió el Baal Shem Tov, para que el resto de lo hablado durante el día siga en esta misma dirección.
Quizás ésta es la razón que en el orden del rezo la primera frase que decimos al despertar es: “Doy gracias a Ti, Rey viviente y eterno, pues Tú has restituido misericordiosamente mi alma dentro de mí; Tu fidelidad es grande.” Así, la frase que abre el día siempre es una frase de agradecimiento y fe.
Y en relación con las acciones: hay que poner atención que es lo primero que hacemos al amanecer, cual es la acción con la cual empezamos el día.
¡Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones y buen mes!