728 x 90

Sivan Rahav Meir: Qué nos dice la primera doctora en Israel que tiene parálisis cerebral

Sivan Rahav Meir: Qué nos dice la primera doctora en Israel que tiene parálisis cerebral

Sivan Rahav Meir 

Un evento fuera de lo común se llevó a cabo ayer, en el Technion: la Dra. Odaya Oliel de Ashdod recibió formalmente el título de Doctora.  

Ella nació con parálisis cerebral y es la primera doctora en Israel con esta condición. Tuve el mérito de entrevistarla en el transcurso de sus años de estudio y también cuando encendió la antorcha en Iom HaAtzmaút, así que he aquí algunas ideas importantes que escuché de ella: 

  • “Desde temprana edad mis padres invistieron mucho en mí, mucho más allá de lo normal, pero sin autocompasión o tratamiento especial. Estudié en una escuela normal y en un seminario normal y me apliqué mucho en los estudios. En la escuela primaria, en el recreo, durante el receso me quedaba en el salón y copiaba del tablero, ya que no había podido hacerlo al tiempo, y en la tarde, en casa, buscaba algo en la enciclopedia y lo copiaba para acostumbrarme a escribir como todo el mundo.” 
  • “No quería que mis limitaciones fueran un impedimento para realizar mi sueño -el de ser doctora-. Tengo dificultades y limitaciones, pero ¿por qué castigarme a mí misma dos veces? ¿Por qué no ser feliz?” 
  • “La fe en Hashem me ha ayudado mucho. Él está conmigo, tanto en todas las operaciones por las que tuve que pasar en mi infancia, así como en las dificultades y al tragarme las burlas, pero también en los éxitos y en la ceremonia emotiva de esta noche”. 
  • “Me encuentro con muchos niños con parálisis cerebral y me alegro de que vean en mí un modelo. Me gustaría decirle a cualquiera que sienta que está comenzando su vida desde un punto de partida más bajo: Esto no es lo que determinará hasta dónde puedas llegar. Lo que lo determinará será tu fuerza de voluntad, determinación y fe.” 
  • “Ahora estoy haciendo mi especialización en la sala de pediatría del Centro Médico Shamir-Assaf HaRofe. Recientemente, en uno de los turnos estaba en el ala de ortopedia pediátrica. Revisé a un niño allí y di las instrucciones. Y, de repente, me di cuenta de que la enfermera nocturna de guardia fue quien me trató de niña, durante las cirugías. Cuando le di las instrucciones de cómo cuidar al niño, lloró de emoción y no podía creer hasta dónde yo había llegado”.

Noticias Relacionadas