Sivan Rahav Meir
Empiezan las vacaciones. Empieza el aburrimiento. Además de todas las quejas sobre la situación de la juventud, es importante recordar las increíbles fuerzas de independencia, madurez e iniciativa se encuentran allí, a esta edad.
He aquí un pequeño ejemplo: Yael Goldstein estudia en el Seminario Amit Yeshurun en Petaj Tikva.
Con motivo de la finalización de año escolar, se celebró allí un “día de actos de bondad”, en el cual 80 niñas se cortan el cabello corto para pacientes que recibirán pelucas de la organización “Zijrón Menajem”.
En el caso de Yael, ésta es la quinta vez en la que ella hace este acto de bondad. “A los 5 años doné mi cabello por primera vez”, así me contó, “y desde entonces esto ha sido algo constante: yo dejo crecer mi cabello y una vez a cada dos años lo dono. Me emociona la idea de que es posible ayudar de manera tan simples a alguien que se haya enfermado, además de que me da a mí una buena sensación durante todo el proceso. Cada milímetro de cabello que crece me acerca a la meta. Realmente no me importa que mi cabello se vea menos bonito después, ya que esto no es lo esencial.”
En la primera Haftará que será leída en este Shabat, al momento en que los estudiantes de secundaria salen de vacaciones, aparece un versículo que nos recuerda lo esencial que se requiere de nosotros y esto no son las calificaciones y los certificados: “¡Hombre! Él ya te dijo que es bueno. Hashem sólo requiere de ti que actúes con justicia, que ames la benevolencia y que seas sumiso ante Hashem, tu Elokim”.
Vacaciones exitosas.