Sivan Rahav Meir
Hoy empieza. En el día 7 de Jeshvan empezamos a rezar por la lluvia. En la oración de la Amidá, la oración central, cuando los ashkenazim agregan las palabras: “Y otorga el rocío y la lluvia”. En las comunidades sefaradíes se acostumbra a decir, a partir de hoy, una larga oración la cual está llena de abundancia: En ella no solamente pedimos lluvia, sino que también paz, esperanza y bendición, y también el ser rescatado de cualquier tipo de calamidades (en nuestros días, con el coronavirus, sabemos cuánto esto es importante).
Y no rezamos solamente para nosotros, sino que pedimos para el mundo entero.
Tómense un minuto para leer las hermosas palabras que siguen:
“Bendice para nosotros, Ad-nai nuestro D-s este año y toda la variedad de la cosecha para bien; otorga rocío y lluvia para bendición sobre la faz de la tierra. Sacia el mundo entero con Tu bondad y llena nuestras manos con las dadivas de tus manos. Resguarda y protege este año de todo mal, de todo tipo de destructores y de todo tipo de calamidades y haz que sea lleno de esperanza buena y un futuro de paz. Compadécete y apiádate sobre ella (la tierra) y sobre todos sus cereales y frutos y bendícela con lluvias complacientes de bendición y altruismo y que sea el final (un año de) vida, abundancia y paz como los años buenos para bendición. Pues D-s bueno y benefactor eres Tú y bendices los años. Bendito eres Tú, D-s, que bendices los años.”
Amén.
(Nota: este rezo se aplica en Israel, en otros países el cambio en la plegaria se produce la noche del 4 de diciembre).