Gabi Shneider

7 de julio de 2019

(Hidabroot) Al final de la semana pasada, la familia T., que vive en Modi’in, le nació un hijo después de 13 años de espera rezando desde el fondo de sus corazones. Es el caso de un Avrej que estudia con niños huérfanos en el programa “Hijos de reyes” bajo la órbita de una organización dirigida por Rebbetzin Rayzy Rotenberg.

El director del proyecto, el Rabino Yehúda Frisand, se asegura que cada huérfano tenga un padre que estudia con él al menos tres veces a la semana, y a veces incluso lo acompaña a orar en la sinagoga.

Este sistema de mentores dedicada a los estudiantes de Yeshivá ayuda a aliviar las dificultades de los jóvenes huérfanos, que necesitan una mano de apoyo que les ayude, entre otras cosas, a aprender y memorizar el material de estudio.

Tras el feliz acontecimiento en su familia, el estudiante reveló a “Hijos de Reyes” su secreto personal al Rabino Frisand y la vinculación entre el nacimiento del niño y su trabajo en el proyecto. Durante muchos años él y su esposa aguardaron para poder sentarse y abrazar a un niño. “Por supuesto que rezamos, sabíamos que las oraciones no volverían vacías”. El estudiante continuó diciendo que hace unos dos años llegó a la residencia en Bnei Brak del Rabino Jaim Kanievsky para recibir su bendición. “Estudiarás con niños huérfanos” fue la respuesta. No dudé ni un momento y me dirigí a la organización “Entre sí” que ayuda a huérfanos y viudas. Le dijo a la organización que quería estudiar con un niño huérfano de su ciudad y lo vincularon con el gerente del proyecto “Hijos de Reyes”. Pero él no dijo nunca a nadie el motivo por el cual se vinculó al proyecto. “Un secreto que mi esposa y yo hemos conservado”. Ahora entiendo lo que está escrito: “Si te alegras por lo mío, yo me alegro por lo tuyo” dijo el estudiante de Rabi Frisand. “Agradezco a Di’s el regalo que me dio, así como le agradezco haber tenido el mérito de estudiar con niños huérfanos”.