14 de julio de 2019E
(Kikar Hashabat. Foto: Maran HaRab Jaim Kanievsky. Archivo Kikar Hashabat) Una historia increíble que tuvo lugar recientemente ilustra cómo la obediencia a la enseñanza de Maran HaRav Kanievsky salvó a un shiduj de lo que parecía una certeza.
Así es como el rabino Shmuel Baruj Guenut, uno de los allegados al Rab Kanievsky y uno de los jefes de la Ieshivá en Elad, publicó su columna de halajá en Yedioth Ahronot: “Esta semana conocí a un estudiante de Ieshivá que vive no lejos de mi casa. Lo conozco a él y a su familia desde mi infancia, porque ambos tenemos parientes cercanos, así que personalmente conozco todos los detalles de las personas de las que se trata la próxima historia, que el estudiante así me contó.
“Fui a orar al Muro Occidental y, para mi sorpresa, encontré a mi hermano de pie y orando con gran emoción: ‘¿Qué estás haciendo aquí? “Para hablar con un compañero sobre el dinero para el apartamento y los gastos de la boda, todo se ve excelente, estábamos cerca de cerrar el shiduj. Y luego recordamos -dice el hermano- que no verificamos la compatibilidad genética con Dor Yesharim, y llamamos para verificar los datos de mi hija y el joven, y el resultado fue inequívoco.Esto conducirá a problemas genéticos muy graves y existe un gran temor de que algunos de sus futuros hijos tengan una enfermedad hereditaria, fue la conclusión de la prueba. Por eso vine a orar al Muro Occidental, a derramar lágrimas en ayuda del Creador del Universo”, me dijo mi hermano.
El estudiante continúa diciéndole al rabino Guenut: “Me quedé asombrado, y le pedí a mi hermano que me contara qué sucedió después, y mi hermano continuó: ‘El chico se dirigió al Janania Tzolk (presidente de Ezer Mizion) con los resultados de las pruebas. E incluso lo refirió a un genetista en Tel Aviv, que también anunció que la pareja no encajaba”.
En su angustia, el joven se dirigió a Maran, el ministro de la Torá, Rabí Jaim Kanievsky, y le explicó los detalles del incidente. El nieto de Maran, que estaba de pie junto a él, intervino y le dijo: “Abuelo, ésta es una prueba de computadora, que no se puede confundir”.
En este punto, el joven llamó a Dor Yesharim y pidió un segundo examen. Se le explicó que no existe un concepto de errores en estas pruebas, que se llevan a cabo en laboratorios de la más alta calidad y están acreditados por la Autoridad de certificación de Laboratorios. Además, los laboratorios se someten a inspecciones regulares y cumplen con los estándares más altos.
Pero el joven insistió en que había sido instruido por Maran HaRab Jaim Kanievsky, y que estaba dispuesto a pagar la inspección tanto como fuera necesario.
Por eso lo revisaron de nuevo y… estaban en shock total: “No hay una explicación para esto, pero los nuevos resultados demuestran que se puede mezclar sin miedo”, le dijo Dor Yesharim.
Pasó una semana y la pareja se comprometió en una buena y exitosa hora. Así el Rabí Guenut termina de relatar esta increíble historia.
