18 de julio de 2019
“Balak hijo de Tzipor vio todo lo que Israel le había hecho al emorita” (22:2)
Moshé había enviado emisarios a Sijón, rey de los emoritas, pidiendo permiso para entrar a través de su territorio camino a Canaan. El le aseguró a Sijón que no se apartarían de la vía principal, y que no harían uso siquiera de agua menos que pagaran por ella. En lugar de permitir el paso pacífico de los israelitas, Sijón preparó sus tropas y atacó a Israel, resultando en su propia derrota (Bamidbar 21:21-24).
¿Pero qué es lo que vio Balak? Sólo lo que los israelitas le hicieron a los emoritas, que fue por defensa propia. Fue Sijón el agresor, sin embargo, Balak no prestó atención a ello.
La Torá es eterna, no tiene un tiempo específico. Lo que la Torá recordó miles de años atrás es hoy tan actual como lo era entonces. En tres guerras las naciones árabes trataron de destruir Israel, pero ésa no es la forma en que el mundo lo ve.
Las naciones del mundo e incluso gran parte de los medios de comunicación no son diferentes hoy respecto a Balak muchos años atrás.
¿El mensaje? Es mejor mirar al Creador del Universo que creer en el hombre. “Todas las naciones me rodean, es en el nombre de Di’s que me enfrento a ellos” (Tehilim 118:8-10).
Israel tiene sólo un amigo verdadero: Di’s. El es todo lo que necesitamos.