16 de agosto de 2019

“Supliqué a Hashem en aquel tiempo, diciendo: “Mi Señor, Hashem / Elokim, Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo Tu grandeza… Permíteme ahora pasar y ver la Tierra buena…” (3:23-25).

La palabra hebrea “lemor” literalmente significa “decir”. Cuando ésta sigue a una frase, generalmente significa que esta idea o concepto será compartido con otros. El versículo arriba expuesto entonces debería ser leído: “Yo recé a Di’s en aquel momento para decir: ‘Mi Di’s, etc.’”. ¿Qué podría significar para decir en este contexto? ¿Decirle a quién?

El Dibrei Jaim explica este versículo del siguiente modo: “Yo recé a Di’s. ¿Qué recé? Que en el momento que tenga que suplicar para mí mismo, yo pueda decir ‘Mi Di’s, etc.’”. En otras palabras, Moshé rezó a Di’s para que le otorgue la posibilidad de rezar correctamente.

En algunos libros de rezo hay una “oración antes del rezo”, una hermosa plegaria de preparación compuesta por Rab Elimélej de Lizensk, que debería colocar a una persona en una actitud mental favorable par rezar, preparándose cada uno a sí mismo para un buen rezo.

Nosotros rezamos por todas nuestras necesidades. Así como un buen rezo es con seguridad una de nuestras necesidades, ¿acaso no pediríamos ayuda al Creador para que nos ayude con él?

Un jasid se quejó a Rab Méndel de Kotzk porque estaba acosado con varios problemas serios. “¿Has rezado a Di’s por ayuda?” -le preguntó el Rebe. El jasid respondió: “Yo no sé como rezar adecuadamente”. El Rab le dijo: “Entonces éste es un problema aún más serio que todos los que contaste, y ni siquiera me lo mencionaste”.

Nosotros rezamos todos los días. Pero seamos honestos con nosotros mismos. Si tenemos que presentar un pedido a un alto funcionario del gobierno, ¿cuán cuidadosos seríamos de tal forma que dicho pedido será expresado y enviado correctamente? ¿Le prestamos tanta atención a nuestra plegaria?

De acuerdo con el Dibrei Jaim, Moshé rezó por su propia capacidad y habilidad de rezar adecuadamente. Si Moshé sintió que necesitaba ayuda Divina para rezar, ¿qué podemos decir de nosotros mismos?