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“Quién vivirá…”

“Quién vivirá…”

Rabino Ron Yitzchok Eisenman

25 de marzo de 2020

Anoche recibí una llamada de un profesional de la salud que trabaja en un estado diferente.

El individuo me informaba que fueron nombrados para el comité de ética de la comisión de ética médica de su estado.

La persona que llamó me explicó que parte de las tareas del comité de ética era decidir quién recibirá los preciosos pocos ventiladores disponibles y a quién se le permitirá morir.

A medida que aumenta el número de casos de Virus Corona, la demanda de ventiladores supera con creces la cantidad real de ventiladores en el hospital.

El peticionario me preguntaba: “¿Cuál es el punto de vista judío sobre este tema? ¿Cómo decido “quién vivirá y quién no …”?

Me estremecí al escuchar esta pregunta.

Ciertamente no iba a asumir la responsabilidad de decidir tal problema.

En este punto, la persona que llamó comenzó a llorar: “Rabino, ¿cómo puedo sentarme en un panel que hará una determinación ética de quién tiene el último ventilador y quién no?”

Me detuve por un momento mientras mis pensamientos volvían a las inquietantes palabras del libro “Noche” de Elie Wiesel.

Wiesel describe con demasiados detalles sus luchas mientras intenta mantener vivo a su padre mientras se da cuenta simultáneamente de que su padre puede ser su carga más enorme y un obstáculo para su propia supervivencia.

En las palabras inmortales de Wiesel:

Cuando desperté, era de día. Entonces recordé que tenía un padre. Durante la alerta, seguí a la mafia, sin cuidarlo. Sabía que se estaba quedando sin fuerzas, cerca de la muerte, y sin embargo lo había abandonado.

Fui a buscarlo.

Sin embargo, al mismo tiempo, un pensamiento se deslizó en mi mente: ¡si tan solo no lo encontrara! Si sólo me relevara de esta responsabilidad, podría usar todas mis fuerzas para luchar por mi propia supervivencia, para cuidarme solo a mí mismo… Al instante, me sentí avergonzado, avergonzado de mí mismo para siempre.

¿Cómo podría siquiera considerar tal pregunta?

¿Cómo podría vivir con la eterna vergüenza?

Después de presionar el botón rojo de mi teléfono, me disolví en un charco de lágrimas.

¿Es esta la situación en la que nos encontramos?

¿Tenemos que decidir quién vivirá y quién morirá?

Que Hashem sane nuestras heridas.

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