Sivan Rahav Meir
11 de junio de 2020
La cosa más fácil es vivir en cuarentena o en libertad total. Lo más difícil es ser equilibrado y es esto lo que se nos pide en estos momentos en Israel -apegarse a las instrucciones diarias-. Los comentaristas elogian la capacidad de Aarón HaCohen en mantener la rutina por un largo periodo, hacer las cosas como debía hacerlas, sin desviarse y sin cambiarlas. Así escribe Rashi sobre el trabajo de Aarón en el Tabernáculo. “Esto demuestra la virtud de Aarón de no desviarse (de los mandamientos de D-s)”.
El Rabino Itamar Heikin escribió cosas importantes sobre esto, esta semana: “Se nos hace difícil soportar un proceso prolongado que nos exige paciencia y tolerancia. Tuvimos, cierta vez, una guerra de Seis Días y desde entonces nos parece que es así la naturaleza de las guerras. Preferimos empresas emergentes en vez de desarrollar empresas grandes, a largo plazo. Como si todo debe ocurrir con un golpe y terminamos. Disfrutamos estar entre un escándalo y un festival, entre una actividad eufórica y el olvido. De allí que nos es tan difícil (a mí también, por supuesto) el lidiar con el coronavirus, la cual nos exige restricción durante largo plazo. Parece ser que estará aquí por largo rato y ya estamos hartos. Creo que nosotros, en la sociedad israelí necesitamos pasar por un cambio espiritual profundo. Está escrito en el Talmud: “Así será la redención de Israel- paso a paso”. Nuestra redención es la capacidad de sobreponernos a nuestra falta de paciencia que tanto nos caracteriza, aprender el secreto del respirar lento y profundamente, que el adelantarse ocurre paso a paso, gota tras gota.
Shabat Shalom.
