Sivan Rahav Meir
9 de setiembre de 2020
Mi conferencia, en la tarde en una base militar de la Fuerza Aérea no era, por supuesto, una conferencia normal. Hablé dos veces a un grupo que se dividió en dos para no congregarse.
El “salón” fue, de hecho, un área cubierta de grama al lado de la piscina de la base y los helicópteros que volaban aquí y allá llenaron el momento de ruido.
Estuve parada en un palco alejado, frente a un público que estuvo sentado cumpliendo con un distanciamiento riguroso y sin quitarse ni por un momento la mascarilla.
Uno de los comandantes abrió el evento diciendo: “Nosotros somos importantes. Si uno de nosotros resulta positivo con el coronavirus, podría encerrarnos a todos en cuarentena. ¿Entienden ustedes lo que significa esto?” Todos tomaron estas palabras con seriedad y arreglaron mejor sus mascarillas sobre sus rostros.
Pensé para mí misma que éste es un mensaje que todos deberíamos escuchar. Que todos somos importantes, todos somos necesarios. Cada ser humano es único y cada uno está conectado con aquellos que hacen parte de su vida, aquellos que viven a su alrededor.
Dentro de poco será Rosh HaShaná, el día en que toda creación y cada ser creado es contado y tomado en cuenta y son estas precisamente las palabras que agregaremos en la Tefilá (la oración) en Rosh HaShaná: “Recuérdanos para la vida oh rey que desea la vida; inscríbenos en el Libro de la Vida, hazlo por Ti, D-s viviente.”
Shaná Tová