Sivan Rahav Meir
10 de julio de 2020
¿Cómo nos acercamos al nuevo año? El primer versículo de la Porción de esta semana puede ayudarnos: “Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Hashem, su Elokim -los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales- todos los hombres de Israel, los niños, las mujeres, el prosélito que vive con ustedes, incluso el leñador y el aguatero”.
Primero, todos se acercan juntos. “Todos ustedes se encuentran hoy”. Tanto los líderes como los ancianos, los niños y las mujeres, los leñadores y los aguateros. Desde la elite hasta las personas ordinarias, todos los sectores del público comparten la misma historia.
Los titulares en los periódicos de hoy cuentan una historia diferente pero no podemos escapar del sentimiento de unidad que está grabado en nosotros mismos.
Pero esto no es suficiente, hay comentaristas que explican que este versículo no habla a las varias partes de la nación, sino que habla a las varias partes que se encuentran en cada ser humano.
Todas estas partes existen dentro de nuestra alma. Traemos con nosotros mismos a Rosh Hashaná momentos del año que pasó, en los cuales fuimos “líderes de nuestras tribus”, aquellos momentos en que estuvimos en nuestras mejores condiciones. Pero también traemos nuestros “leñadores y aguateros”, momentos “bajos”, de fracasos y desilusión (y en el año que acaba de pasar hemos conocido momentos como éstos).
En el mes de Elul nosotros reunimos todos estos momentos diferentes, miramos hacia atrás, sacamos nuestras conclusiones y con ello “estamos todos parados frente a Hashem” rezando por un año dulce y bueno.