En la parashá de esta semana, aprendemos de la terrible disputa que inició Kóraj contra Moshé y Aharón.
Kóraj reunió a 250 de los hombres más grandes de Am Israel y cuestionó el liderazgo de Moshé y la posición de Kohen Gadol de Aharón.
Datán y Aviram, quienes ya se habían establecido como personas que estarían involucradas en una disputa, se unieron a Kóraj en su rebelión. El pasuk luego nos dice (Bamidbar 16:25),
“וַיָּ֣קָם משֶׁ֔ה וַיֵּ֖לֶךְ אֶל־דָּתָ֣ן וַֽאֲבִירָ֑ם וַיֵּֽלְכ֥וּ אַֽחֲרָ֖יו זִקְנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל”
“Y Moshé se levantó y fue a Datán y Aviram y los ancianos de Israel fueron tras él”
La Guemará en Sanedrín 110a aprende de este pasuk que no se debe perpetuar una disputa. Rashi explica que Moshé renunció a su propio honor y fue él mismo a Datán y Aviram para detener la disputa.
Considere la situación: Moshé Rabenu, el líder de todo Klal Israel, quien habló con Hashem mismo, cara a cara, se agachó para ir a Datán y Aviram por el bien de la paz. Moshé Rabenu sabía que Hashem lo había elegido para dirigir la nación y que las afirmaciones de Kóraj no tenían sentido. Sabía que estaba 100% en lo cierto y que Kóraj y sus hombres estaban 100% equivocados. Sabía que la disputa de Kóraj, Datán y Aviram no era por el cielo. Pero en lugar de pensar, “¿Por qué debería ir a ellos? ¡Que vengan a pedirme disculpas!”, Moshé buscó la posibilidad de la paz. Y según el Rashbam, Moshé hizo esto para darles una última oportunidad de arrepentirse.
Esta es una gran lección para todos nosotros. Muchas veces podemos tener un desacuerdo con alguien y nos resulta difícil resolver nuestras diferencias. Podríamos pensar que tenemos razón y la otra persona está equivocada. Y podríamos decir: “¡Debería disculparse conmigo! ¡¿Cómo pudo haberme hecho eso ?!”.
¿Cuál es la raíz de nuestra terquedad en esta área? Es nuestro deseo de honor lo que no nos permite rebajarnos para tender la mano y hacer las paces.
Moshé Rabenu, el “más humilde de todos los hombres” nos enseñó que vale la pena dejar de lado nuestro propio honor por el bien de la paz. Jazal nos enseña que la paz es la mayor de todas las bendiciones. Es una bendición que conduce a muchas cosas maravillosas.
La última Mishná en el Shas (Uktzin 3:12) nos dice:
אמר רבי שמעון בן חלפתא: לא מצא הקדוש ברוך הוא כלי מחזיק ברכה לישראל אלא השלום
Dijo Rabí Shimón, no encontré ningún recipiente que pudiera contener bendiciones para Israel excepto la de la paz
Cuando uno hace las paces, se convierte en un receptáculo para que las bendiciones de Hashem descansen sobre él.
Y quizás podamos sacar una idea final …
El intento de Moshé Rabenu de hacer las paces acercándose a Datám y Aviram cayó en oídos sordos. Se podría haber pensado que perdió el tiempo en hacer este intento. Pero Jazal vio las cosas de manera diferente. El Midrash nos dice (Yalkut Shimoni 752)
ולפי שהלך משה לפתחו של דתן ואבירם זכה להציל ארבעה צדיקים מדינה של גיהנם שלשה בני קרח ואון בן פלת
Y porque Moshé fue a la puerta de Datán y Aviram, mereció salvar cuatro justos hombres del juicio de Gehinnom, los tres hijos de Kóraj y On ben Pelet.
En verdad, encontramos que Jazal elogia a la esposa de On ben Pelet por salvarlo. La Guemará relata que cuando los hombres de Kóraj fueron a la tienda de On para invitarlo a unirse a ellos, su esposa se descubrió el cabello en la entrada de la tienda. Cuando los hombres vieron esto, no quisieron acercarse y se fueron. (A pesar del grave error cometido por los hombres de Kóraj al unirse a él, ¡seguían siendo personas muy religiosas que nunca mirarían a una mujer casada con el pelo descubierto!)
Pero fue el esfuerzo de Moshé Rabenu lo que le dio el mérito de ser salvado.
Aprendemos de esto una lección muy importante, que es también el mensaje que Rav Steinman zt“l dio una vez a la organización Lev L’Ajim.
Uno de los proyectos de esta famosa organización es que por las noches envían a religiosos a barrios no religiosos de Israel para tocar puertas y ofrecerse a enseñarles sobre el judaísmo.
Rav Steinman dijo una vez a los organizadores: “Quizás podrían pensar que (como sucede muy a menudo) cuando la gente no abre la puerta o simplemente no está en casa, ha perdido el tiempo. Pero debes saber que incluso si ni siquiera los viste y no pudiste hablar con ellos, tus esfuerzos tienen un efecto y eventualmente podrían hacer que crezcan”.
Rav Steinman estaba explicando que no siempre se trata de lo que podríamos considerar un esfuerzo exitoso, lo que da sus frutos. Espiritualmente, como también vemos en Moshé Rabenu, el sólo hecho de hacer ese esfuerzo para extender la mano provoca que se produzca un mérito que tiene el poder de salvar a otro judío.
Shalom
Rab Saúl Wigoda Teitelbaum
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