Foto: Roger Pinto y su hijo David hablando en la televisión israelí poco después de su terrible experiencia a manos de una pandilla antisemita en 2017. Foto: I24
El juicio de nueve personas acusadas de someter a una familia judía a abusos antisemitas y robo en su casa de París comenzó el lunes en el tribunal de lo penal en Bobigny, un suburbio del noreste de la capital francesa.
Sin embargo, los abogados de los nueve insisten en que la invasión de la casa de la familia Pinto el 8 de septiembre de 2017 no fue motivada por el antisemitismo.
La terrible experiencia de la familia comenzó temprano esa mañana cuando su hijo de 41 años, David Pinto, se despertó y descubrió que la electricidad no funcionaba en la casa familiar en el barrio Livry-Gargan de París. Al bajar al sótano para revisar el medidor de electricidad, David abrió una puerta que permitió a tres asaltantes, que habían tendido una trampa cortando el suministro eléctrico, entrar por la fuerza a la casa.
Después de amordazar a David, los tres hombres lo arrastraron hasta el primer piso de la casa familiar. Allí, se encontraron con su madre, Mireille, en ese momento de 73 años, quien logró alertar a su esposo, Roger, entonces de 83 años, antes de que ella también fuera apresada por la pandilla. Mireille dijo que los tres hombres la “atraparon y amordazaron”.
“Mientras luchaba, el primer hombre me tiró al suelo”, recordó la Sra. Pinto más tarde. “Él me pegó. Realmente pensé que quería violarme. El segundo me pateó”.
La pandilla también atacó a Roger Pinto, golpeándolo hasta dejarlo inconsciente. El Sr. Pinto dijo que cuando recobró la conciencia, escuchó a uno de los pandilleros decirle: “Tú eres judío, sabemos que los judíos tienen mucho dinero y tú nos darás lo que tienes. Si no nos das lo que te pedimos, te mataremos”.
Roger Pinto continuó: “Los tres hombres tenían un destornillador y un cuchillo, con los que constantemente nos amenazaban. Amenazaron con matarnos. Eso fue insoportable. Estos matones se llevaron nuestras tarjetas de crédito, se llevaron todos los bienes que teníamos, joyas de mi esposa”.
La familia Pinto fue atada y encerrada en una habitación mientras la pandilla realizaba el atraco, que incluía varios miles de euros en efectivo. Después de varias horas, Mireille Pinto logró llamar a los servicios de emergencia usando el teléfono de David. “Para nosotros fue realmente una eternidad”, dijo. “Fue un evento muy traumático”.
Entre las mutaciones del antisemitismo que los judíos franceses han enfrentado en los últimos años está el mito de que los judíos son una comunidad extraordinariamente rica con el hábito generalizado de guardar dinero en efectivo y objetos de valor caros en sus hogares. En 2014, una joven pareja judía en el suburbio de Creteil fue sometida a un robo violento, durante el cual la mujer fue violada, motivada por la misma creencia. Más recientemente, en 2018, Mireille Knoll, una sobreviviente del Holocausto de 85 años, fue encontrada quemada y con múltiples puñaladas en su apartamento de París después de que dos hombres la atacaran porque era judía y la robaron .
Los abogados de los nueve acusados en el caso Pinto, los tres asaltantes y seis personas más que los ayudaron con los bienes robados, han argumentado que el antisemitismo no fue un factor motivador. Afirmaron que los acusados habían visto a Mireille Pinto unas semanas antes del robo, describiéndola como una “dama elegante con hermosas joyas” a quien habían seguido hasta su casa. Al menos un acusado dijo que “no sabía” que sus víctimas eran judías. “Los hechos no se cometieron por la religión de las víctimas”, declaró una de sus abogadas, Margot Pugliese.
En el momento del ataque en 2017, el entonces ministro del Interior francés, Gérard Collomb, insistió en que el ataque a los Pinto era “una agresión atroz directamente relacionada con la religión de las víctimas”. Marc Bensimhon, abogado de los Pinto, argumentó el lunes que no había razón para cambiar esa valoración.
“La familia Pinto fue agredida porque es una familia judía”, dijo Bensimhon. “Los atacantes les dijeron: ‘Ustedes son judíos, así que tienen dinero’”.
Antes del asalto, la familia era conocida entre los judíos parisinos por su participación activa en la comunidad, con Roger Pinto como presidente de Siona, una asociación pro-Israel. Sin embargo, a raíz del ataque, los Pinto se alejaron del distrito de Livry-Gargan, donde habían vivido durante treinta años. Mireille Pinto quedó gravemente traumatizada por el ataque y no se ha recuperado de sus efectos cuatro años después, mientras que Roger Pinto fue posteriormente diagnosticado con cáncer.
El juicio de los nueve acusados tendrá una duración de nueve días. Será observado con atención por una comunidad judía francesa que aún sufre por la decisión del tribunal más alto del país en abril de excusar del juicio al acusado asesino antisemita de Sarah Halimi, una mujer judía brutalmente asesinada en su apartamento de París en abril de 2017, por los motivos. que la ingesta de cannabis por parte del perpetrador lo había vuelto temporalmente loco y, por lo tanto, no tenía responsabilidad penal.
(Algemeiner)
