Sivan Rahav Meir
Wow, cuántas fiestas de graduación se están llevando a cabo en estos días y cuántos hermosos discursos de despedida.
El Rav Ilai Ofran terminó el año de la escuela preparatoria pre-militar “Rúaj HaSadé”, con una conclusión relevante para todos nosotros:
El contó que al principio del año se les pide a los alumnos que elijan a los diez judíos que ellos creen que más han influido en el Pueblo Judío.
En la última semana del año escolar los alumnos vuelven a la misma tarea y se les pide que vuelvan a hacerla. La diferencia es increíble: Si Ilan Ramon, Eli Cohen, Miriam Peretz, Victor Frankel, Amnon Shashua y Roi Klein se encontraban en la lista al principio del año, al terminar el año los héroes son Rabi Yehuda HaNasi, el Rambam, el Baal Shem Tov y Rabi Yosef Karo. Por cierto, Ben-Gurión y Herzl aparecen en la lista tanto a principios de año como al final.
Él explica esto así: “En un año de estudio de la Torá, descubren 2.000 años de un mundo judío del que no sabían lo suficiente. Ellos abandonan una percepción del mundo que va “desde el Tanaj hasta el Palmaj” y descubren en medio de esto una rica historia.
Dejan de ser instruidos y buscan respuestas originales, y vuelven a la simplicidad. Y lo principal: Dejan de verse a sí mismos como el centro del mundo.
La razón es que la mitad de los personajes que eligen a principio del año son personajes del siglo actual, y esto tiene que ver con el hecho de que ven al Pueblo Judío desde su propio punto de vista estrecho: Quien tiene que ver conmigo y el tiempo en que vivo es también lo más importante.
Después de un año de arduo trabajo ellos aprenden a descubrir que no son necesariamente el centro del mundo.
Hace algunos años llegó aquí una pareja de padres para aconsejarse sobre el programa de Bar Mitzvá de su hijo, y dijeron: ‘Nos es importante que por un día él se sienta en el centro de todo’. Les contesté que un niño saludable siempre se siente así, inclusive a veces, un poco demasiado. El Bar Mitzvá es una excelente oportunidad para empezar a entender que no eres el centro del mundo”.