Sivan Rahav Meir 

Hoy es el primer día de Elul. Muchos, en el mundo judío, vuelven a los pupitres de estudio (que tengan éxito). A partir de hoy en la noche los sefaradim empezarán a pararse temprano para decir Selijot (mis respetos). Además que el sonido del shofar volverá a ser escuchado durante el mes de Elul (y en cada uno este sonido despierta algo diferente).  

Cierta vez escuché una idea de que en el mes de Elul hay que dirigir nuestra atención hacia las dos direcciones que durante el año hemos descuidado: hacia adentro y hacia arriba. 

Hacia adentro: En el transcurso del año tendemos a quejarnos del sistema y de las personas que nos rodean. A veces la crítica es justa, pero ahora es el tiempo también de hacer una evaluación interior, personal. Revisar lo que hacemos nosotros, y no solamente lo que hacen ellos. Es por ello que en los días de arrepentimiento decimos “somos culpables, hemos fallado”, y no “él es culpable, él falló”. 

Y hacia arriba: En oración. Los portones del Cielo siempre están abiertos, pero este mes es considerado un tiempo especial. Un momento propicio. Últimamente dijeron en el gabinete del coronavirus que “la esperanza no es un programa de trabajo”. Esto es verdad, pero, para cualquier programa de trabajo hay que también agregar la esperanza, la fe y el optimismo. 

Buen mes y buenas noticias.