Sivan Rahav Meir 

Entonces, ¿cómo salimos a la libertad? ¿Cómo empezamos un proceso de cambio?  

Moshé Rabeinu hubiera podido reprender al pueblo. Después de todo, la esclavitud en Egipto condujo el pueblo al deterioro espiritual. Muchos de los judíos eran idolatras. La cultura egipcia los atraía. Y, sin embargo, con el comienzo del proceso de la salida de Egipto, D-s no le dice a Moisés que los reprenda o los amenace. Todo lo contrario. Noten los versículos inspiradores que D-s le dice a Moisés para que se los transmita a la gente dolida y esclavizada: 

“Así le dirás a los Bnei Israel”: Hashem, Elokim de sus antepasados se ha presentado ante mí, Elokim de Abraham, de Itzjak y de Iaacov, diciendo: ‘En efecto, he puesto Mi atención en ustedes (Pakod Pakadeti)… y los liberaré de la opresión de Egipto hacia… la tierra que fluye la leche y miel.” 

Habrá más tiempo en el futuro para educarlos contra la idolatría. En este momento es necesario fortalecerlos, conectarlos al ideal, decirles que su sufrimiento no fue en vano y que está por terminar, y recordarles que van camino a la buena tierra, siguiendo los pasos de los padres de la nación -Abraham, Isaac y Jacob-. 

El Rebe de Lubavitch explica que esta forma es adecuada para nuestros días: “Incluso en nuestra generación, la mejor manera de luchar y educar es mencionar la belleza de nuestra herencia y levantar el ánimo con optimismo”.