Vicki Belovski
Foto: Candidato al parlamento de la ciudad de Zúrich Jehuda Spielmann.
Jehuda Spielman, oriundo de Zurich, espera ser elegido como el único judío ortodoxo para servir en el parlamento de una ciudad en Suiza.
Spielman, de 26 años, administrador de propiedades y contable, se postula para el FDP (Partido Democrático Libre), un partido libertario que, según él, es “bueno para los judíos”. Sus políticas favorecen una menor intervención del gobierno en la vida diaria, la libertad de religión, la libertad de elección en la educación y, en general, “vive y deja vivir”. El FDP es un partido popular entre la comunidad judía y Spielman siente que con el apoyo de la comunidad hay una posibilidad decente de que sea elegido.
El sistema político suizo es inusual, ya que ha mantenido su tradición de representación directa. Por ejemplo, no hay un primer ministro, sino un consejo ejecutivo de siete miembros, de los cuales un miembro es elegido por la Asamblea Federal para ser presidente durante un año, una función en gran parte ceremonial, ya que no tienen más poder que los otros seis. miembros.
Hay parlamentos en tres niveles: nacional, estatal (denominado en Suiza cantones) y municipal. El parlamento de la ciudad, al que Spielman espera ser elegido en febrero de 2022, es aproximadamente el equivalente a los ayuntamientos de las ciudades estadounidenses, en términos del alcance de su poder e importancia. El parlamento de la ciudad de Zúrich tiene 125 escaños, distribuidos por distrito, y los miembros del parlamento no son políticos profesionales, pero conservan sus trabajos habituales y asisten al parlamento según sea necesario.
Spielman le dijo a Hamodia que desde que lanzó su campaña ha “tenido comentarios muy positivos de toda Suiza, muchos de ellos de no judíos”. Dijo que todos han sido muy solidarios y están orgullosos de que un miembro de la comunidad ortodoxa quiera participar en la vida política del país de esta manera. Añadió que, si bien Suiza tiene la reputación de no ser particularmente acogedora con los inmigrantes o las comunidades minoritarias, esto se basa más en el carácter natural suizo, que es bastante reservado y conservador, y que hay poco antisemitismo manifiesto.
(Hamodia)