Rav Dr. Abraham Twerski Z”L
La Torá relata que los Iehudim llegaron a Mara, “…pero no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas” (Éxodo 15: 23,25).
Entendemos que el versículo quiere decir que el agua era amarga. El Baal Shem Tov dijo que “ellos” se refiere a los Iehudim, no al agua. Debido a que los Iehudim estaban deprimidos, enojados y amargados, el agua les parecía amarga.
Es un fenómeno frecuente: si una persona está profundamente deprimida, su comida puede parecer amarga para él. Los Iehudim estaban quejándose por abandonar Egipto y no estaban satisfechos con el agua disponible para ellos.
Tendemos a sentirnos insatisfechos con las cosas, y atribuimos nuestra insatisfacción a las cosas que tenemos como defectuosas.
El Baal Shem Tov nos enseña que, si alguien no está satisfecho con algo, su trabajo, su automóvil, incluso su cónyuge, no los culpe. “Probablemente esa persona no esté satisfecha con él mismo y esté proyectando su insatisfacción sobre los otros”.