¿Cuándo es una época del año más adecuada para deshacerse del exceso de peso, si no es en verano? Entonces, si usted, como muchos otros, está planeando comenzar una nueva dieta, especialmente si se trata de una dieta rica en proteínas, debe conocer la investigación que se llevó a cabo sobre este tema.
Se realizó un estudio en la universidad de Otago en Nueva Zelanda, que examinó a 84 participantes entre las edades de 18 a 65 años, quienes tenían exceso de grasa abdominal. El estudio encontró que una dieta rica en proteínas es el método más beneficioso y preferido para perder peso, especialmente cuando se trata de personas cuya principal concentración de grasa se encuentra en la región abdominal.
Este tipo de aumento de peso, también conocido como Síndrome Metabólico, está relacionado con la insulina. Cuando esta hormona no funciona correctamente, los niveles de insulina se elevan y la persona siente un hambre constante, que trata de saciar comiendo carbohidratos. Al aumentar los niveles diarios de proteínas sin dejar de comer carbohidratos, las hormonas del hambre se equilibrarán y le proporcionarán una sensación de saciedad durante todo el proceso.
Estudios de otras tres universidades; la Universidad de Navarra en España, la Universidad de Copenhague en Dinamarca y la Universidad de Reykjavik en Islandia, examinaron todos los diversos tipos de dietas que se han publicado hasta hoy y formularon recomendaciones dietéticas basadas en sus hallazgos. Algunas de sus recomendaciones incluyen la ingesta de fibra dietética, calcio, minerales y antioxidantes, todo lo cual ayuda a reducir la grasa abdominal.
Es importante señalar que, aunque esta dieta es variada y bastante sencilla de implementar, debido a su alto nivel proteico, existe el riesgo de que dañe los riñones, aumente el nivel de colesterol en la sangre y disminuya la densidad ósea. Por ello, es recomendable consultar con un médico o un dietista clínico antes de iniciar el proceso. Las proteínas más esenciales necesarias para una dieta equilibrada se encuentran principalmente en la carne, el pescado, los huevos, el queso, los frutos secos y las legumbres.
