Foto: Manifestación de maricones contra el apartheid israelí en Toronto, 4 de julio de 2010.
El setenta y siete por ciento de las ONG citadas en el informe condenatorio de Amnistía Internacional contra Israel eran organizaciones israelíes que recibieron un total de $ 105,209,347 (NIS 337,553,677) de gobiernos extranjeros desde 2012, informó Im Tirtzu el domingo.
Según Im Tirtzu, el informe de Amnistía Internacional que acusa a Israel de ser un estado de apartheid se basó en gran medida en información proporcionada por ONG israelíes “radicales antisionistas”.
A lo largo del informe de 280 páginas, 26 ONG (16 de ellas israelíes) fueron citadas 597 veces del total de 1559 citas del informe.
De las 597 citaciones, 461 (77%) procedían de controvertidas ONG israelíes que reciben amplios fondos de gobiernos extranjeros.
La ONG israelí más citada fue B’Tselem (98 citas), que publicó un informe el año pasado acusando a Israel de ser un estado de apartheid, seguida de Adalah (83), Ir Amim (44) y HaMoked (41).
Las ONG no israelíes más citadas fueron Al-Haq (34 citas), que fue designada como grupo terrorista por Israel en octubre de 2021; Vigilancia de los derechos humanos (34); Consejo Noruego para los Refugiados (23); y Al Mezán (12). Addameer, que al igual que Al-Haq fue designado como grupo terrorista por Israel, fue citado 10 veces.
Desde 2012, el mayor receptor antiisraelí de fondos de gobiernos extranjeros es B’Tselem con $19 432 237 (NIS 62 346 393), seguido de Yesh Din con $15 201 109 (NIS 48 771 240), HaMoked con $11 981 150 (NIS 38 440 323) y Gisha con $830 707 (NIS 38 440 323).
“El informe de Amnistía no es más que otro golpe antiisraelí hecho posible por gobiernos extranjeros que emplean a ONG israelíes antisionistas radicales para encabezar su ataque contra Israel”, dijo el director general de Im Tirtzu, Matan Peleg.
“Los tomadores de decisiones israelíes deben entender que el fenómeno de la financiación masiva de gobiernos extranjeros es una amenaza real para la existencia continua de Israel”, agregó Peleg. “Ningún otro país estaría dispuesto a permitir que organizaciones financiadas por gobiernos extranjeros operen con impunidad en su territorio mientras difaman y llaman a enjuiciar a sus soldados, promueven la presión internacional en su contra, llaman a boicotear sus productos y brindan defensa legal a los terroristas y sus familias.”