Foto: Ben & Jerry’s, Hazed y Confundido
El ministro de Justicia israelí, Gideon Sa’ar, aprobó el sábado por la noche la sanción del fabricante de helados Ben & Jerry’s y su empresa matriz, Unilever Global, por su decisión de romper su acuerdo de licencia con Ben & Jerry’s Israel.
Unilever anunció que terminaría el contrato el año pasado, luego de que Ben & Jerry’s Israel se negara a dejar de vender helados a las comunidades de Judea y Samaria, incluido el este de Jerusalem.
Sa’ar aprobó la promulgación de la Ley de Boicot de Israel, que fue aprobada por la Knesset en 2011 y permite sanciones contra las empresas que dañan al estado judío.
La decisión aún necesita la aprobación de la Knesset.
Sa’ar tomó la medida en colaboración con el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, y después de que el director ejecutivo de Ben & Jerry’s Israel, Avi Zinger, enviara una carta la semana pasada pidiendo al gobierno que tome represalias contra Unilever. Zinger afirmó que la compañía estaba promoviendo el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones y, sin embargo, suministrando al estado, incluidas las Fuerzas de Defensa de Israel, bienes por valor de millones de shekels a través de sus otras subsidiarias.
Al no actuar, el gobierno estaba “socavando el poder disuasorio de Israel”, lo que podría causar “no sólo un daño fatal a Ben & Jerry’s Israel, sino también a muchos otros negocios en el futuro”, dijo Zinger.
Unilever ha sufrido pérdidas financieras en los últimos meses, aunque no están directamente relacionadas con su decisión de dejar de vender helados Ben & Jerry’s en Israel.
El mes pasado, la empresa registró pérdidas por 26.000 millones de dólares y, a principios de este mes, despidió a 1.500 empleados y anunció que separaría su división de helados de su división de alimentos.
