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Plantar un árbol por cada misil caído

Plantar un árbol por cada misil caído

Sivan Rahav Meir

¿Cómo es posible que no he oído hablar de esta ceremonia? En el kibutz Kerem Shalom ayer continuaron con la tradición que comenzó después de la operación “Guardián de los Muros”: un evento llamado “plantar un árbol por cada misil caído”. Plantar retoños  en los huecos en los cuales cayeron misiles. Y esto es lo que me escribió desde alli Geula Rabi:

“En mi opinión hay varios mensajes en el evento que celebramos: en primer lugar, profundizar nuestras raíces en este pedazo de tierra, en un kibutz mixto de gente religiosa y laica, a pocos metros de Gaza. No vamos a ninguna parte. Todo lo contrario. Cuanto más profundas son las raíces, así más alto crecen, como es bien sabido.

En segundo lugar, ellos asesinan, nosotros agregamos vida. Quieren quemar y pintar el área de negro, y nosotros queremos plantar y pintarla de verde.

Además: si el misil ya cavó el hueco para nosotros, lo usaremos para seguir creciendo… cada uno de estos hoyos se llenará con un retoño y tierra. Este es un principio educativo para la vida, el de tratar de aprovechar las circunstancias que se han presentado.

Al final de todos los discursos conmovedores, los niños quienes entretanto habían estado jugando en el patio de recreo, fueron a plantar árboles – con sus manos y pies descalzos cubrieron las plantaciones con la tierra de la región circundante a Gaza.

Fue emocionante y fortalecedor, pero nosotros anhelamos aún más. En el versículo que leímos en Shabat está escrito: ‘Y He dado paz en la tierra… y los hice andar erguidos’. Rashi explica que el pueblo de Israel regresará a la tierra y vivirá en paz y caminará erguido, con confianza en sí mismo, con poder de disuasión y fuerza.

Están invitados a visitar el paraíso en el cual vivimos. Hay árboles nuevos”.

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