Rab Yosef Bitton
רבי יעקב אומר, העולם הזה דומה לפרוזדור בפני העולם הבא.
התקן עצמך בפרוזדור, כדי שתכנס לטרקלין.
Rabbi Yaaqob solía decir: esta vida es como una antesala en función del mundo por venir. ¡Prepárate en la antesala antes de ingresar a la sala principal!
Cuando alguien va a visitar a una persona importante que lo está esperando, por ejemplo, en la sala VIP del Hotel en el séptimo piso, al ingresar al Hotel uno seguramente se arreglará la corbata, se pondrá la camisa dentro del pantalón, o si se trata de una mujer probablemente chequeará su maquillaje en el espejo del ascensor y se mirará una y otra vez para estar segura de verse lo más presentable posible.
Esta es la metáfora que eligió Rabi Yaakob para que visualicemos la relación entre esta vida y la próxima. Esta metáfora es un poco “dura”, entre otras razones porque nos hace pensar con más realismo acerca de la (desesperante) brevedad de nuestras vidas, que generalmente se aprecia cuando uno ya vivió unos cuantos años…. Nuestras vidas son tan breves como ese instante en el que pasamos del lobby del hotel hacia la sala VIP… Pero más allá de esta reflexión existencial, la esencia de esta metáfora es ayudarnos a entender la razón de nuestra existencia en este mundo y la dependencia de esta vida en la vida en el mundo por venir: estamos aquí para prepararnos para la vida después de la muerte.
Voy a tratar de parafrasear las palabras de Rabi Yaakob con mis propias palabras.
Vivimos 3 vidas.
Vida 1: en el vientre materno.
Vida 2: esta vida.
Vida 3: la vida después de esta vida.
*En esta progresión, cada vida es más significativa y rica que la otra. La vida 2 es más rica que la vida 1, y la vida 3 más rica que la vida 2.
*Hay un problema insalvable: desde la vida anterior no podemos saber nada sobre la vida que viene. La próxima vida es “inimaginable”. ¿Imaginan a un bebé visualizando su próxima vida, la nuestra? ¡Lo único que podrá imaginar es que la próxima vida es una placenta mucho más grande!
*Y ahora veamos lo que dice Rabi Yaakob: Cada una de estas vidas es una preparación hacia la vida que viene. La vida en el vientre materno es únicamente una preparación para esta vida. Somos concebidos y nuestros cuerpos se forman en la vida únicamente para esta vida, la número 2. Nuestra nariz, nuestros ojos y nuestra boca no tienen ningún sentido ni uso práctico en la vida intrauterina. Estos órganos, y prácticamente todo nuestro organismo, sólo se entienden y se justifican en función de la próxima vida, la vida 2.
De la misma manera, nuestro crecimiento “espiritual” en la vida 2, la antesala de Rabi Yaakob, se justifica en función de nuestra llegada a la sala VIP, la vida 3.
Ahora bien, hay una diferencia fundamental entre la vida 1, en función de la vida 2, y la vida 2 en función de la vida 3. Y éste es el mensaje principal de Rabi Yaakob: Mientras que en la vida 1 nuestro cuerpo se prepara automáticamente para la vida 2, en la vida 2 nuestra preparación no es automática o natural: depende de nosotros mismos, de nuestras decisiones morales y de la inversión que hacemos o dejamos de hacer en nuestra vida espiritual. Por eso es de que Rabi Yaakob usa el imperativo: ¡“Prepárate” para entrar a la sala! Porque lo potencialmente trágico es que uno puede vivir la vida 2 sin hacer absolutamente nada para la vida 3.