Ilustrativo. Los bomberos trabajan dentro de la aldea israelí de Givat Yearim durante un incendio forestal en el área, en las afueras de Jerusalén, el 16 de agosto de 2021. Reuters/ Ronen Zvulun
Israel fue golpeado por más de cien incendios el sábado, exacerbados por una ola de calor y fuertes vientos. La reserva natural de Karmia, cerca de la Franja de Gaza, fue escenario de un solo gran incendio.
En la ciudad norteña de Acre, un segundo incendio generó humo espeso, interrumpiendo el tráfico. Los bomberos también respondieron a un tercer gran incendio en la zona norte de Har Turan, parte de Galilea, que provocó la evacuación de los excursionistas. A partir de la tarde, hubo 121 incendios reportados en todo el país.
La presencia de muchos israelíes que disfrutaban de un largo fin de semana festivo en las reservas naturales hizo que la tarea de los bomberos fuera más compleja, ya que las temperaturas alcanzaron los 95-104 °F y la visibilidad se redujo por el polvo y la niebla.
En respuesta a las condiciones climáticas adversas, el Comisionado de Bomberos y Rescate introdujo una prohibición de hacer fuego al aire libre a partir de las 8 am. La prohibición, que permanecerá en vigor durante 24 horas, está diseñada para reducir el riesgo de incendios en parques, bosques y reservas naturales.
En Israel, la mayoría de los incendios forestales son causados por negligencia humana. Los veranos largos, calurosos y secos del país son las condiciones principales para los incendios. Sin embargo, con el pronóstico de lluvia en algunas partes del país, se espera que las condiciones empeoren el domingo y el lunes.
Las autoridades también advirtieron que existe el riesgo de inundaciones repentinas peligrosas. La policía recomendó evitar los lechos de los ríos y no intentar conducir sobre cuerpos de agua durante los próximos dos días.
Ya en marzo, se informó que Israel enfrentaba olas de calor extremo, con temperaturas de hasta 120 °F. El Servicio Meteorológico de Israel declaró que los eventos meteorológicos extremos esperados son el resultado de la crisis climática que enfrenta el planeta, y que ocurrirían dos olas de calor severas cada mes en el verano.
Las temperaturas abrasadoras ya llegaron a España, con un comienzo excepcionalmente temprano, en lo que se denominó una nueva situación climática grave. Nunca se había visto el clima en abril desde que se comenzaron a registrar las mediciones en 1961.
(i24 Noticias)