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Sobre un evento especial en el Kótel

Sobre un evento especial en el Kótel

Sivan Rahav Meir

Todos conocemos la celebración que se lleva a cabo cuando se trae un rollo de Torá nuevo a la sinagoga, pero ¿qué sucede cuando un rollo de la Torá termina su función? 

Esta noche se vieron imágenes extraordinarias en el Kotel, en el Muro de los Lamentos: 19 rollos de la Torá fueron llevados a la Guenizá para que sean enterrados en una ceremonia especial.

Estos rollos de Torá han sido utilizados por millones de personas a lo largo de los años. La mayoría de los que leen este texto pueden haberse encontrado con ellos durante una de sus visitas en el Muro de los Lamentos. Fueron sacados del Arca Sagrada una y otra vez en las muchas celebraciones de Bar Mitzvah en el Kótel, en bailes en la fiesta de Simjat Torá, en Shabatot, en días festivos, al principio de cada mes y más. 

Algunos de ellos tienen alrededor de 150 años, rollos de Torá que sobrevivieron a la Primera y Segunda Guerra Mundial y llegaron a Israel después del Holocausto.

Y ahora, después de décadas, todos están desgastados por el uso y se consideran inválidos. 

Después de recitar salmos y oraciones, según la costumbre de Jerusalem, fueron llevados al Monte de los Olivos para ser enterrados.

Me preguntaba si se trataba de un evento triste, o en realidad un evento feliz, que da testimonio de la fuerza, la vida y la actividad ininterrumpida en el Muro de los Lamentos, algo que no hemos tenido en años.

Y al final, el rabino del barrio judío en la Ciudad Vieja de 

Jerusalem, el rabino Avigdor Nebentzal, dijo a la audiencia que llegó a este evento especial: “Debemos recordar que no estamos acompañando a los rollos de la Torá, sino que es la Torá que nos acompaña a nosotros”.

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