Sivan Rahav Meir
“Hola Sivan, soy Linda de Nueva York. Leí muchas de tus historias sobre actos de bondad especiales que se hacen en la Tierra de Israel. Esta vez quisiera contarte algo desde aquí:
Nuestra hija estaba en un campamento de verano, en Canadá, a 10 horas de Nueva York. Hace unos días, mi hija tuvo una emergencia médica, y tuvo que irse. Yo simplemente me subí al auto y comencé a conducir. Mientras tanto, la gente de la organización Hatzalah (organización de voluntarios, dedicada a atender emergencias médicas) de Canadá se hizo cargo, la cuidó y empezó a viajar con ella hacia Nueva York. Los encontré a medio camino, en un lugar llamado Kiryat Yoel.
Ellos podían haberse ido y ya, pero eso fue sólo el comienzo. Se aseguraron de que alguien de Canadá condujera mi auto de regreso a Nueva York para que yo pudiera estar con mi hija mientras alguien nos conducía de vuelta a casa en lugar de que yo tuviera que conducir.
Así que nos subimos al auto de los voluntarios de la organización ‘Javerim’ (o sea `Amigos´) de Kiryat Yoel, quienes asumieron la responsabilidad de prestar asistencia desde aquí.
Yo estaba preocupada y hambrienta, pero allí nos esperaba una cena de tres platos que las esposas de los voluntarios habían preparado, y también cajas con más comida preparada para nosotros.
Los voluntarios de Kiryat Yoel viajaron con nosotros otras tres horas más. Nos llevaron hasta voluntarios del barrio de Flatbush, quienes nos llevaron a un centro médico de Nueva York, donde ya nos esperaban. Todo esto mientras mi auto es llevado a mi casa por alguien que ni siquiera conozco…
Hablamos aquí de hombres y mujeres con familias, hijos y trabajo, que pararon todo y cambiaron todo su horario a mediados de agosto, sólo para ayudar a una niña de 10 años que nunca habían conocido.
Los voluntarios de Canadá no sabían que amigos nos estaban preparando la cena cuando estábamos por llegar a Nueva York, así que uno de ellos había contactado a su primo en la ciudad, quien también nos estaba esperando, en el hospital, con otra comida y golosinas.
Gracias a Di’s, la condición de nuestra hija está mejorando. Si Di’s quiere, la situación del pueblo de Israel parece ser que no es mala…
Todo esto me pasó ahora, a principios del mes de Elul.
Recibí una lección privada del amor que hay en el pueblo de Israel “.