Rab Elimélej Biderman
Tamuz. Es un mes que aparece de una manera en la superficie, pero la realidad es bien diferente.
Más allá de las semanas de verano aparecen los Iamim Noraím, y lo mismo este mes, Tamuz, representa los Roshei Tevot (las iniciales) de las palabras Zmanei Teshuvá Memashmeshim uBaím – uno puede sentir la proximidad de los días de Teshuvá.
“Incluso si la época de Teshuvá es unos meses después” -dice el Reb Meilej con una risita- “siempre hay un beneficio en la celeridad y prontitud. No es muy temprano para pensar en ello, ¡y no debería deprimirte!”.
Si cada Mitzvá debe ser hecha con Simjá, ¡entonces la Teshuvá con más razón debe ser hecha con Simjá! Y los recordatorios de esto vienen cada semana de los meses de verano.
En la Parashá Beha’aloteja, leemos cómo las personas refunfuñaron. Vaiehí Haam KeMiteonenim – las personas buscaban quejarse (Bamidbar 11:1), una insatisfacción que los llevó hasta las lágrimas, como está dicho, Vaiashubu Vaibku Gam Bnei Israel – los Bnei Israel también lloraron una vez más (Ibid. V. 4).
En la parashá Shelaj, los Meraglim hablaron en detrimento de Eretz Israel, causando que la gente llorara (Ibid. 14:1).
Siguiendo el levantamiento de Kóraj y su gente, hubo nuevamente una queja: “La asamblea de Israel se quejó al día siguiente contra Moshé y Aharón (Ibid. 17:6).
Es una sola cuerda larga de quejas y pesimismo, cada queja llevándolos más lejos de Boré Olam. La lección en estas Parashiot de verano es permanecer positivo, optimista, viviendo con apreciación y humildad y, en ese camino, acercarse en Teshuvá.