Sivan Rahav Meir
En la siguiente historia hay, en mi opinión, un mensaje importante para nuestra generación:
Un niño pequeño jugaba junto a su padre, que estaba sentado en un banco del jardín. El niño intentó levantar una roca grande, pero la roca era demasiado pesada y no pudo levantarla. Se esforzó y sudó sin tener éxito.
Su padre le dijo: “No estás utilizando todas tus fuerzas”.
El niño respondió: “Utilizo todas mis fuerzas y no veo qué más puedo hacer”.
El padre le dijo: “No estás pidiendo mi ayuda. ¡Ésta también es tu fuerza! Estoy sentado aquí y no me pides ayuda, señal de que no estás usando todas tus fuerzas…”.
Que sepamos utilizar todos nuestros poderes, que sepamos que el saber pedir ayuda también es fuerza y que sepamos ayudar a los demás.