Sivan Rahav Meir
Otro día dramático e impresionante tuvo lugar hoy en Israel. Y con todo esto, cuánto necesitamos escuchar el sonido del shofar este año.
La mitzvá central de Rosh Hashaná es la de escuchar el Shofar. El jueves y viernes, durante el día, escucharemos el sonido del shofar. Este sonido sencillo y claro nos pide – en la realidad en que vivimos en este año – salir de los conceptos preestablecidos. Despertar de las ideas fijas. La palabra Shofar, deriva de la palabra hebrea shipur- o sea, mejoría. ¿Alguna vez has sentido en este año que simplemente no tienes palabras? El Shofar emite un sonido profundo, un grito que va más allá de todas las palabras limitadas que decimos. Un grito que busca romper fronteras, llegar a lo más alto, renovarse verdaderamente.
Hay una famosa historia jasídica sobre un rey cuyo hijo se degeneró y terminó en las calles. Un día, cuando el anhelo del padre por su hijo se hizo más fuerte, quiso traer al hijo de regreso al palacio. Envió un mensajero a buscar al hijo perdido. El mensajero finalmente lo encontró tendido en la acera, pidiendo limosna y con la ropa rota. “El rey me envió”, dijo el mensajero, “y me preguntó cuál es tu deseo, ¿qué pedirás?” El príncipe descuidado lo miró y dijo: “Tengo mucha hambre, ¿puedes invitarme un delicioso sándwich?”.
El mensajero casi lloró de decepción: el rey se dirige a ti y está listo para devolverte a la grandeza, al reino, al palacio, ¿y lo único en que puedes pensar es en un sándwich?
Esta no es una historia sobre un sándwich sino sobre aspiraciones. No nos conformemos con un sándwich, sino que soñemos y actuemos en grande. Tanto a nivel personal como a nivel nacional.
Amen.
¡Que tengas un año bueno y dulce!