Desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, el Departamento de Rehabilitación del Ministerio de Defensa informa que ha tratado a unos 12.000 soldados de las FDI, muchos de los cuales sufren graves consecuencias físicas y psicológicas. Entre estos soldados, alrededor de 5.200, o el 43%, sufren trastorno de estrés postraumático.
Otras cifras ponen de relieve la gravedad de las lesiones: el 14% presenta lesiones moderadas o críticas, incluidos 23 soldados con traumatismo craneal grave, 60 amputados y 12 que han perdido la visión. Aproximadamente dos tercios de los 12.000 soldados son reservistas.
Un número notable de 1.500 de los tratados sufrieron lesiones dos veces y regresaron al servicio después de una recuperación inicial.
Más allá de esta ola de casos, el Departamento de Rehabilitación continúa atendiendo a 62.000 veteranos de conflictos anteriores y proyecta que este número podría aumentar a 100.000 para 2030, y se espera que al menos la mitad sufra de trastorno de estrés postraumático (TEPT).
















