El Al ha informado de unos beneficios récord en el tercer trimestre de 2024, beneficiándose de un cuasi monopolio en los vuelos hacia y desde Israel en medio de la guerra en curso en Gaza y las tensiones de seguridad regionales. La aerolínea registró 1.000 millones de dólares en ingresos entre julio y septiembre, un aumento del 43% respecto de los 696 millones de dólares del mismo periodo del año pasado. Las ganancias se dispararon hasta los 187 millones de dólares, casi un 260% más que los 52 millones de dólares de 2023.

El sólido desempeño financiero de El Al se produce en un momento en que muchas aerolíneas internacionales importantes han suspendido sus rutas a Tel Aviv debido a preocupaciones de seguridad. Las aerolíneas estadounidenses como Delta, American Airlines y United Airlines han suspendido sus vuelos por tiempo indefinido, dejando a El Al como el único operador de rutas directas entre Tel Aviv y Norteamérica. Esta interrupción ha resultado en una grave escasez de asientos y en un aumento vertiginoso de las tarifas aéreas, con los aviones de El Al operando al 94% de su capacidad, frente al 88% del año pasado.

Los precios actuales de El Al varían entre 799 y 1.900 dólares para las rutas de Norteamérica, mientras que los destinos europeos como Londres y París tienen un precio de entre 353 y 880 dólares. Sin embargo, los pasajeros que reservan vuelos más próximos a la fecha de su viaje se enfrentan a precios aún más altos.

El éxito financiero de El Al ha suscitado críticas, y muchos acusan a la aerolínea de especular con los precios durante una crisis nacional. La compañía niega estas acusaciones y afirma que ha limitado los precios de los billetes para evitar costes excesivos.

“Hacemos todos los esfuerzos operativos para aumentar la oferta de asientos tanto como sea posible”, dijo la directora ejecutiva de El Al, Dina Ben Tal Ganancia. “Pero por el momento, no tenemos una capacidad sustancial para agregar vuelos adicionales, y las aerolíneas extranjeras deben reanudar sus operaciones para estabilizar la demanda de pasajeros”.

Las aerolíneas israelíes más pequeñas, Israir y Arkia, se están preparando para entrar en el mercado norteamericano para aliviar la escasez de plazas. Sin embargo, estas aerolíneas se enfrentan a obstáculos regulatorios y desafíos logísticos, como la búsqueda de aviones de fuselaje ancho y tripulaciones dispuestas a pasar la noche en Israel. “Incluso si tienen éxito, no se producirá un cambio drástico”, señaló Ben Tal Ganancia.