Foto: Planta de energía undimotriz del puerto de Jaffa. Crédito de la foto: Cortesía.
Tel Aviv-Yafo está a punto de causar sensación, literalmente, en el panorama de las energías renovables. El jueves 5 de diciembre, la municipalidad inaugurará la primera estación piloto de Israel que aprovecha la electricidad de las olas del mar. La inauguración tendrá lugar en el Warehouse 2 del histórico puerto de Jaffa.
La iniciativa encarna una fusión de innovación de vanguardia y responsabilidad ambiental, posicionando a Tel Aviv como un líder global en la lucha contra el cambio climático. Encabezado por la Autoridad Ambiental y de Sostenibilidad de la municipalidad, miembro de la red C40 de ciudades comprometidas con la acción climática, y codirigido por Atarim, Eco Wave Power y EDF Renewables Israel, el proyecto subraya la dedicación de la ciudad a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Tel Aviv, que este año reporta al Carbon Disclosure Project (CDP) con una calificación A- elevada, continúa priorizando soluciones innovadoras para una vida sustentable.
Con este innovador proyecto piloto, Tel Aviv consolida su estatus como centro de soluciones vanguardistas, allanando el camino hacia un futuro más limpio y verde.
La energía undimotriz, a pesar de su inmenso potencial, sigue en gran medida en fase experimental. Si bien su adopción comercial aún no ha cobrado impulso, los esfuerzos por aprovechar esta energía se remontan al menos a 1890. El atractivo de la energía undimotriz reside en su notable densidad energética. Bajo la superficie del océano, el flujo de energía promediado en el tiempo de las olas es típicamente cinco veces mayor que el de la energía eólica medido a 20 metros sobre el nivel del mar y entre 10 y 30 veces más concentrado que el de la energía solar.
Esta alta densidad energética ha convertido a la energía undimotriz en un área atractiva para la innovación, pero una serie de desafíos técnicos, económicos y ambientales han limitado su aplicación generalizada. A pesar de estos obstáculos, la búsqueda de la energía undimotriz continúa, impulsada por su promesa como fuente de energía renovable con el potencial de contribuir significativamente a la matriz energética mundial.
La energía undimotriz ha experimentado algunos hitos esporádicos en su desarrollo, comenzando con la instalación del primer dispositivo comercial de energía undimotriz del mundo, el Islay LIMPET, en la costa de Islay, Escocia, en 2000. Conectado a la red nacional del Reino Unido, el LIMPET marcó un paso significativo hacia la integración de la energía undimotriz en los sistemas energéticos. En 2008, el parque undimotriz de Aguçadoura, en Portugal, se convirtió en el emplazamiento del primer parque undimotriz experimental con varios generadores.
A pesar de su carácter pionero, ambos proyectos han sido ya desmantelados.
Los convertidores de energía de las olas (WEC) se clasifican según sus principios operativos en tres tipos principales:
Columnas de agua oscilantes: Utilizan una turbina de aire impulsada por la oscilación del agua dentro de una cámara parcialmente sumergida.
Cuerpos oscilantes: Los dispositivos de esta categoría generan energía mediante el movimiento de estructuras flotantes o sumergidas, empleando mecanismos como motores hidroeléctricos, turbinas hidráulicas o generadores eléctricos lineales.
Dispositivos de desbordamiento: Estos sistemas capturan la energía de las olas canalizando el agua hacia un depósito, donde impulsa turbinas hidráulicas de baja altura.
La planta del puerto de Jaffa fue desarrollada por la empresa israelí Eco Wave Power, una empresa que cotiza en el NASDAQ (WAVE) y que posee 18 patentes para tecnologías innovadoras de energía undimotriz.
Además de la estación piloto de Jaffa, la empresa que está detrás de esta iniciativa de energía undimotriz tiene ambiciosos planes de expansión global. Entre sus próximos proyectos se incluyen una colaboración con Shell en el puerto de Los Ángeles y la construcción de su primera estación de energía undimotriz comercial en Oporto (Portugal).
La innovadora tecnología de la empresa aprovecha la infraestructura marina existente, como rompeolas y muelles, para anclar sus sistemas. En el centro de esta configuración se encuentran los flotadores, que suben y bajan con el movimiento de las olas. Este movimiento impulsa un motor hidráulico y un generador, ubicados en tierra, para producir electricidad. Para mejorar la resiliencia, el sistema incorpora controles inteligentes que elevan los flotadores fuera del agua durante tormentas severas, mitigando el riesgo de daños.
Al integrar ingeniería de vanguardia con adaptabilidad práctica, la empresa apunta a promover la energía de las olas como un contribuyente confiable y sustentable a la cartera global de energía renovable.
El proyecto está encabezado por Inna Braverman, fundadora y directora ejecutiva de Eco Wave Power. Graduada del programa Mujeres por el Clima, Braverman participó a través de la Autoridad Ambiental y de Sostenibilidad de Tel Aviv-Yafo. Su innovadora solución de energía undimotriz ganó un prestigioso concurso tecnológico, lo que le valió el reconocimiento como representante líder de Tel Aviv-Yafo en innovación sostenible.