Los científicos están investigando la naturaleza de una fuerza misteriosa llamada energía oscura, y nada menos que el destino del universo está en juego.
La fuerza es enorme: constituye casi el 70 % del universo. Y es poderosa: está alejando a todas las estrellas y galaxias a un ritmo cada vez más rápido.
Y ahora los científicos están acercándose a comprender mejor su comportamiento. La gran pregunta es si esta energía oscura es una fuerza constante, como se ha creído durante mucho tiempo, o si se está debilitando, una sorprendente hipótesis propuesta provisionalmente el año pasado.
Los resultados presentados en una reunión de la Sociedad Americana de Física el miércoles refuerzan la idea de que la fuerza se está debilitando, aunque los científicos aún no están seguros y todavía no han descubierto qué significa esto para el resto de su comprensión del universo.
Los hallazgos actualizados provienen de una colaboración internacional de investigación que está creando un mapa tridimensional para observar cómo se han expandido y agrupado las galaxias a lo largo de la historia. El seguimiento minucioso del movimiento de las galaxias ayuda a los científicos a comprender las fuerzas que las mueven.
La colaboración, denominada Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura, publicó su primer análisis de 6 millones de galaxias y cuásares el año pasado y ahora ha añadido más datos, elevando la cifra a casi 15 millones. Sus resultados actualizados, junto con otras mediciones (estrellas en explosión, luz residual del universo joven y distorsiones en la forma de las galaxias), respaldan la idea, presentada el año pasado, de que la energía oscura podría estar disminuyendo.
“Estamos pasando de un hallazgo realmente sorprendente a casi un momento en el que tenemos que desechar nuestra forma de pensar sobre la cosmología y empezar de nuevo”, dijo Bhuvnesh Jain, un cosmólogo de la Universidad de Pensilvania que no participó en la investigación.
No es momento de descartar por completo la idea de que la energía oscura es constante, ya que los nuevos resultados aún distan del nivel de prueba estadística que exige la física. La colaboración pretende cartografiar alrededor de 50 millones de galaxias y cuásares para el final de su estudio en 2026. Otros proyectos en todo el mundo se centran en la energía oscura y buscan publicar sus propios datos en los próximos años, incluyendo la misión Euclid de la Agencia Espacial Europea y el Observatorio Vera C. Rubin en Chile.
“Queremos ver varias colaboraciones diferentes que tengan mediciones similares” en ese estándar de oro para estar seguros de que la energía oscura se está debilitando, dijo el cosmólogo Kris Pardo de la Universidad del Sur de California, que no participó en la nueva investigación.
Los científicos afirman que, si la energía oscura es constante, nuestro universo podría continuar expandiéndose eternamente, volviéndose cada vez más frío, solitario y quieto.
Si la energía oscura disminuye con el tiempo, lo cual ahora parece plausible, el universo podría algún día dejar de expandirse y finalmente colapsar sobre sí mismo en lo que se conoce como la Gran Crisis. Puede que no parezca el destino más feliz, pero ofrece cierto cierre, afirmó el cosmólogo y colaborador del estudio Mustapha Ishak-Boushaki, de la Universidad de Texas en Dallas.
“Ahora bien, existe la posibilidad de que todo llegue a su fin”, dijo. “¿Lo consideraríamos algo bueno o malo? No lo sé”.
(AP)