Sivan Rahav Meir
El rabino Aviad Hazani escribe lo siguiente:
Esta mañana, en la parada del autobús, oí a dos mujeres hablar de que no hay nada para comer en Pésaj. En los últimos días me he topado con decenas de publicaciones un tanto cínicas sobre compras, calorías y peleas familiares. ¡Amigos, nos robaron Pésaj! Pésaj es la festividad más revolucionaria de la historia de la humanidad.
Pésaj – Es la fiesta de un pequeño pueblo que logra derrotar a la mayor potencia del mundo y sale a la libertad por medio de milagros.
Pésaj- es tomar a un esclavo herido y magullado y susurrarle al oído que no es sólo un número. Él tiene sueños, sentimientos y poderes. Y lo más importante: tiene un propósito. Él tiene un Di’s.
Pésaj – se trata de contarle a la próxima generación acerca de las generaciones anteriores y educarlas con verdadera fe de que somos capaces de seguir sus pasos.
Pésaj- es un proceso de profundo cuestionamiento interno sobre quiénes somos realmente.
Pésaj- es una fiesta sencilla: un poco de harina, agua y al horno. Saber disfrutar de las cosas sencillas y no sofisticadas.
Así que piensen en Pésaj. Vivan Pesaj. No dejen que una conversación superficial les robe el potencial de la fiesta. Al fin y al cabo, la mayoría de las cosas que “sufrimos” son nuestras decisiones de embarcarnos en proyectos de limpieza o renovación excesivos, y también en compras excesivas…
Las leyes de Pésaj son importantes, sencillas, no intimidantes, y están destinadas a acompañar un proceso interno de trabajo espiritual. No conviertas lo secundario en algo importante. Que no nos roben Pésaj. “Que tengan una fiesta feliz y kasher.”