Foto: Palestinos protestan para exigir el fin de la guerra, coreando consignas contra Hamás, en Beit Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza, el 26 de marzo de 2025. Foto: Reuters/Stringer
Si bien los combates en Gaza se han reanudado, los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra no han disminuido. Los egipcios, y en particular los emiratíes, están intentando encontrar opciones para poner fin a la guerra. La postura emiratí se acerca más a la adoptada por el presidente Trump e Israel (la retirada de Hamás de Gaza y la evacuación de una parte de la población gazatí, al menos temporalmente), mientras que los egipcios intentan encontrar una solución más cercana (aunque no idéntica) a las demandas de Hamás (un gobierno no perteneciente a Hamás, pero con la presencia de Hamás en la Franja). La primera propuesta egipcia fue aparentemente rechazada de plano por Estados Unidos.
La línea roja oficial de Hamás es su desarme. Que gobierne Gaza directamente o la controle desde una fachada de tecnócratas supuestamente independientes parece, por el momento, ser menos importante para el grupo.
Hamás y la Yihad Islámica Palestina dispararon entre 20 y 25 cohetes contra el sur de Tel Aviv, Ascalón y Beersheba desde puntos de la Franja de Gaza (el número exacto de cohetes no está claro debido a algunas falsas alarmas). Al menos un cohete cayó dentro de la Franja. Una salva de 10 cohetes dirigida a Ascalón hirió a nueve personas. En total, las salvas hirieron a unas 30 personas, casi todas por caídas sufridas al correr hacia un refugio.
Los cohetes se dispararon desde diferentes puntos. En un caso, los lanzacohetes se colocaron justo al lado de una zona de seguridad humanitaria en Beyt Lahia.
Tras cada lanzamiento, la población de la zona desde la que se lanzaron los cohetes recibía órdenes de evacuación de las FDI (folletos, mensajes en redes sociales, etc.). Los mensajes incluían mapas que indicaban qué zonas abandonar y adónde dirigirse. Esto se sumaba a las órdenes de evacuación de las zonas a las que las fuerzas terrestres de las FDI estaban reingresando. La UNRWA afirma que unos 400.000 palestinos han evacuado las zonas siguiendo las órdenes de las FDI.
Los ataques aéreos israelíes contra objetivos identificados y contra altos y medianos funcionarios y comandantes militares de Hamás continúan, con más de una docena de muertos hasta el momento. Entre los fallecidos se encontraban el primer ministro de Hamás (se encontraba escondido en un hospital, y una pequeña munición guiada fue disparada en la habitación) y el equivalente de Hamás a un ministro de Defensa.
Las tropas terrestres israelíes entraron en la Franja en varios lugares, aumentando a varios kilómetros la profundidad del perímetro de 1 kilómetro que Israel ha mantenido desde que se retiró durante el alto el fuego:
- Desde la frontera norte, las fuerzas israelíes se están acercando a la ciudad de Gaza, especialmente a lo largo de la costa (la misma dirección en la que ingresaron originalmente a Gaza a fines de octubre de 2023).
- Al sur de la ciudad de Gaza, las FDI regresaron al Corredor de Netzarim, que separa el norte del centro de Gaza. Las FDI aún no han bloqueado completamente el corredor. La zona costera sigue abierta al tránsito.
- En el sur, las FDI retrocedieron a dos zonas alrededor de la ciudad de Rafah, de las que se habían retirado. Otra fuerza avanzó hacia el norte por la costa, más cerca de la zona humanitaria de al-Muwasi, declarada por las FDI el año pasado.
- Se está construyendo un nuevo corredor, llamado Morag, al norte de Rafah, separándola del resto de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud de Hamás, que había publicado las cifras de muertos, incluyendo los desaparecidos, ha vuelto a su patrón anterior de no incluir a los desaparecidos. Su último informe de bajas (24 de marzo) registra 50.810 muertos y 115.700 heridos. Hamás sigue sin diferenciar entre combatientes y no combatientes. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), entre los muertos se incluye un total verificado de más de 20.000 miembros de Hamás y al menos 3.000 miembros de otras organizaciones terroristas. Se desconoce el número de terroristas heridos, pero probablemente sea similar al de muertos.
Mientras que la mayoría de los países occidentales han denunciado la renovada ofensiva de Israel, el gobierno estadounidense ha declarado su apoyo incondicional.
Hamás vuelve a pregonar la cuestión humanitaria, afirmando que la interrupción de los convoyes de suministros amenaza a la población de Gaza con la hambruna y la escasez de suministros médicos. Israel respondió que unos 25.000 camiones (suficientes para 50 días) entraron en Gaza durante el alto el fuego y que Hamás está almacenando la mayor parte de su contenido -incluidos los suministros que llegaron antes del alto el fuego- en sus propios almacenes y los vende a la población a precios exorbitantes para financiar sus actividades.
En Gaza, han aumentado las protestas exigiendo la rendición y el abandono de la Franja por parte de Hamás, y quejándose de que no distribuye los suministros que han llegado. Estas protestas han sido de pequeña escala hasta el momento, pero el número de participantes aumenta gradualmente, al igual que su propagación. Inicialmente, las protestas se producían solo en el norte de Gaza, pero también han tenido lugar en el centro de Gaza y recientemente se han extendido al sur de Gaza.
Aún es demasiado pronto para determinar si estas protestas son presagios de cambio o simplemente la expresión de una pequeña minoría. Al principio, Hamás no respondió con violencia, sino que intentó hacer pasar las protestas como dirigidas contra Israel. Los medios de comunicación de Hamás y Al-Jazeera ignoraron las declaraciones contra Hamás y solo citaron las demandas de que se renovara el alto el fuego. Pero después de unos días, Hamás comenzó a capturar e incluso a matar a algunos manifestantes. Esto disminuyó el número de protestas, pero no las detuvo por completo. En un caso, el clan de un manifestante asesinado por las fuerzas de seguridad de Hamás tomó represalias matando al agente de policía de Hamás que había disparado a su familiar. Se han producido otros enfrentamientos entre clanes y las fuerzas de seguridad de Hamás.
También ha habido muchas más publicaciones en redes sociales de gazatíes que afirman que abandonarían Gaza para siempre si se les permitiera hacerlo. Si bien estas publicaciones están aumentando, siguen siendo relativamente escasas, y no podemos saber cuán profundo es este sentimiento: ¿son excepciones o representan el sentir de una proporción mucho mayor de la población?
*El Dr. Eado Hecht, investigador principal del Centro BESA, es analista militar y se enfoca principalmente en la relación entre la teoría, la doctrina y la práctica militares. Imparte cursos de teoría e historia militar en la Universidad Bar-Ilan, la Universidad de Haifa y la Universidad Reichman, así como en diversos cursos de las Fuerzas de Defensa de Israel. Una versión de este artículo fue publicada originalmente por el Centro BESA.
