Para el 31 de diciembre de 2025, un cambio radical en la infraestructura móvil de Israel cortará los recursos vitales de hasta un millón de usuarios, incluidos decenas de miles de jaredíes, a menos que se tomen medidas rápidas.
En lo que podría convertirse en una de las transiciones más disruptivas en la historia tecnológica israelí, el Ministerio de Comunicaciones ordena el cierre total de las antiguas redes celulares 2G y 3G del país. Si bien se presenta como un salto necesario hacia la alta velocidad 4G y 5G, la medida corre el riesgo de sumir a las poblaciones vulnerables —especialmente a las personas mayores, las familias de bajos ingresos y los jaredíes— en un aislamiento repentino y silencioso.
El cierre no es solo un hito técnico. Para decenas de miles de jaredíes que dependen de teléfonos kosher básicos —dispositivos que excluyen deliberadamente el acceso a internet, SMS y redes sociales—, la inminente fecha límite amenaza tanto su funcionalidad diaria como la protección espiritual de la que dependen.
Del aproximadamente un millón de dispositivos 2G y 3G que aún se utilizan en Israel, unos 150.000 pertenecen a jaredíes. Muchos de estos dispositivos tienen “hashgajot” y son fundamentales para la infraestructura móvil kosher, cultivada con tanto esmero durante las últimas dos décadas.
En 2023, la intensa presión del sector haredí retrasó temporalmente parte del cierre, ya que los rabinos y los dirigentes alertaron sobre la falta de alternativas kosher compatibles con 4G. Hoy, gracias a la maniobra clandestina del Comité Rabínico para las Comunicaciones, decenas de teléfonos similares han entrado en el mercado israelí, muchos de ellos importados de India y China, con sólo funciones de llamada y una cámara de baja calidad, sin capacidad para enviar mensajes de texto ni datos.
Pero eso no significa que la tormenta haya pasado.
“Todavía hay al menos 150.000 jaredíes que usan teléfonos que simplemente no funcionarán el 1 de enero”, advirtió un alto ejecutivo de telecomunicaciones. “No podemos permitirnos un apagón en Bnei Brak o Meah Shearim porque el abuelo de alguien no sabía que su tarjeta SIM dejaría de funcionar”.
Las tiendas de teléfonos kosher han comenzado a ofrecer modelos compatibles con 4G, y operadores como Pelephone y Hot Mobile ofrecen subsidios parciales para teléfonos con aprobación rabínica. Sin embargo, persisten las preocupaciones, en particular con respecto a los dispositivos de alerta médica, los sistemas de seguridad en las sinagogas y escuelas haredíes, y los usuarios de edad avanzada que podrían carecer de la información o los recursos económicos para actualizarse.
Lo que agrava aún más este cierre es la falta de comunicación: los teléfonos kosher no muestran mensajes SMS, y sus usuarios suelen evitar internet o los medios seculares, lo que dificulta informarles sobre el cierre. Para contrarrestar esto, el Ministerio de Comunicaciones ha autorizado llamadas automáticas especiales y mensajes SMS instantáneos que se muestran automáticamente, sin necesidad de suscribirse.
Además, en los bastiones haredíes se espera que se realicen campañas de concienciación mediante folletos en las sinagogas, periódicos comunitarios y anuncios en líneas directas.