7 de junio de 2019(
(Kikar Hashabat. Foto: Shatrstock) Los hijos de Israel acostumbran comer leche y productos lácteos en Shavuot. Ha habido muchas razones para esto, y en los últimos años, parece haber una competencia oculta sobre quién hace pasteles de productos lácteos más impresionantes y lujosos.
Pero bajo la leche, que ha ganado una imagen saludable a través de campañas extensas, y detrás del sabor dulce y delicioso de los pasteles de queso, el peligro reside.
El primero en advertir contra el consumo de leche fue el Rambam que escribió: “Y todo lo que haga de la leche o se conecte con ella es muy malo. Así como lo que se cocina con la leche o lo que se cuece en ella, es muy malo. Todo tipo de queso es muy malo y muy espeso”.
Kikar Hashabat ha compilado brevemente los riesgos:
Cáncer de próstata: un estudio realizado en la Escuela de Medicina de Harvard, que examinó la nutrición de más de 20,000 médicos, descubrió que existía un vínculo entre el alto consumo de leche y una alta incidencia de cáncer de próstata. Otros estudios han producido un resultado similar.
El cáncer infantil: Un estudio de la Universidad de Cornell encontró que se produjeron más casos de cáncer de hígado en los niños que consumieron productos lácteos. Además, la hormona IGF-1, que se encuentra en los productos lácteos, se ha definido en los Estados Unidos como “un socio importante en el desarrollo del cáncer infantil”.
Cáncer femenino: las mujeres que tomaron una taza de leche al día tenían 3.1 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de ovario que las mujeres que se abstuvieron de tomar leche.
Diabetes juvenil: una encuesta realizada por el Centro Médico Aker, que se realizó en una variedad de países de todo el mundo, incluido Israel, encontró que en los países donde se consume más leche, más niños tienen diabetes.
¿Cuál es la conexión? Un estudio encontró que la caseína, una de las proteínas de la leche, estimula el sistema inmunológico del niño, que tiene el potencial de desarrollar diabetes.
Trastornos por déficit de atención (TDAH): el Dr. Jay Gordon, un conocido pediatra estadounidense, escribe en un libro de su autoría que el consumo no lácteo es un medio eficaz para tratar el TDAH.
En la medicina china, la leche también se considera una de las principales causas de los trastornos por déficit de atención. Comer leche y productos lácteos genera humedad y flema, introduciendo el frío y el agua en el cuerpo, lo que provoca fatiga, somnolencia, trastornos por déficit de atención, irritabilidad, irritabilidad y violencia.
Así que justo antes de tomar otro pedazo de pastel de queso, tomar otra taza de chocolate o leche y disfrutar de otros blintzes, debes recordar: “Y cuidarán mucho su organismo”.