Tras el recuento final de las elecciones de ayer, muchos judíos neoyorquinos experimentan una profunda sensación de temor, ira y miedo. ¿Seguirá Nueva York, centro de tanta vida judía durante siglos, siendo un lugar seguro para los judíos? ¿Qué les depara el futuro?

El pueblo judío conoce bien la incertidumbre. Abraham miró al oscuro cielo del desierto, preguntándose cómo Dios podría cumplir su promesa de darle descendencia y una nación, pero Dios le suplicó que dejara de mirar a su alrededor, sumido en la oscuridad y la desesperanza que lo envolvían, y que en cambio alzara la vista a las estrellas. El rabino Shimon Schwab sugiere que, al dirigir la atención de Abraham hacia las estrellas, que comenzaron a brillar hace siglos y aún resplandecen, Dios le transmitía que la historia del pueblo judío es larga, pero que se dirige hacia la salvación.

El rabino Moshe Shapiro destaca la imposibilidad de calcular las estrellas: “¿Acaso se pueden contar?”. Nuestro legado es el de hacer lo imposible, de reconstruir después de la destrucción, de desafiar todas las adversidades y de perseguir con tenacidad nuestros objetivos, por lejanos que parezcan, porque, en última instancia, se alcanzarán.

Sería un error no valorar lo bueno que surgió de estas elecciones. No toda, pero sí una parte significativa de la comunidad judía en general, con demasiada frecuencia dividida y enfrentada, colaboró ​​para que sus voces fueran escuchadas. Seguirán existiendo diferencias que puedan dividirnos, pero el sentimiento de unidad es valioso y debe celebrarse. Políticamente, la increíble participación electoral de la comunidad ortodoxa no es solo una declaración, sino que tiene repercusiones que seguirán teniendo impacto. Dejamos claro que estamos profundamente comprometidos con nuestros deberes cívicos y que nuestras libertades religiosas y nuestra seguridad personal no pueden ser ignoradas.

En la Unión Ortodoxa, estamos más decididos que nunca a seguir defendiendo las necesidades del pueblo judío, transformando nuestra fuerza colectiva en un impacto duradero para Klal Israel. La Unión Ortodoxa y la Coalición Teach trabajarán estrechamente con organizaciones aliadas en las comunidades judías y no judías, así como con nuestros aliados en los gobiernos municipales, estatales y federales, para defender proactivamente los derechos e intereses de nuestra comunidad. Les invito a unirse a nosotros, a canalizar el miedo y la frustración para trabajar juntos por un futuro seguro y próspero para todos.

Como hijos de Abraham, no nos detendremos, no guardaremos silencio y no temeremos, porque sabemos que el Di’s de Abraham nos cuida mientras seguimos adelante.

Mitch Aeder

Presidente

Rabino Dr. Josh Joseph

Vicepresidente ejecutivo y director de operaciones