El líder de la oposición, Yair Lapid, y los diputados de Yesh Atid presentaron el martes una petición urgente ante la Corte Suprema, buscando bloquear la transferencia de 1.090 millones de NIS a las instituciones educativas hareidim.
La petición afirma que la asignación, aprobada por el Comité de Finanzas de la Knesset, es ilegal porque financia escuelas que “no preparan a los niños haredíes para la vida moderna, en violación de la ley”.
Los peticionarios, los diputados Yair Lapid, Vladimir Beliak y Moshe Tur-Paz, afirman que el Comité de Finanzas aprobó la transferencia en flagrante violación de la Ley de Educación Estatal y sus reglamentos.
La petición solicitó que el tribunal emitiera una orden provisional urgente suspendiendo la decisión del Comité de Finanzas y evitando la transferencia, advirtiendo que, sin una orden, los fondos se desembolsarán antes del 31 de diciembre.
El presidente de la UTJ, Yitzchak Goldknopf, respondió: “Yair Lapid demuestra una vez más que su único motor es el odio a los haredíes. La petición ante la Corte Suprema es otro intento de vulnerar los derechos fundamentales de cientos de miles de padres e hijos cuyo único delito es su deseo de preservar su estilo de vida y la mesorah de sus antepasados. Los fondos en cuestión contaron con todas las aprobaciones profesionales y legales necesarias, y su propósito es corregir una discriminación histórica en la presupuestación de instituciones exentas y de la educación reconocida pero no oficial”.
Confiamos en que el tribunal rechazará este intento político de interferir en las decisiones presupuestarias legítimas del gobierno. Seguiremos vigilando para garantizar que cada niño en Israel reciba lo que merece, sin discriminación entre sectores. No permitiremos que los niños haredíes en Israel se conviertan en ciudadanos de segunda clase.
El mes pasado, el partido Yesh Atid propuso una ley que privaría del derecho al voto a los hareidim que no sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel, pero no a los árabes que no sirven.
Cabe señalar que en 2023, Lapid defendió a los izquierdistas que pedían negarse a servir en las Fuerzas de Defensa de Israel, afirmando que ” no se considera insubordinación que la gente diga ‘no servirán en el ejército de un estado no democrático'”.
















