Foto: Pizzería Ben Yehúda en Silver Spring, Maryland. (Cortesía de Ben Yehúda Pizza)
A principios de este mes, Josh Katz notó una disminución en las ventas de su restaurante kosher, Ben Yehuda Pizza, en Silver Spring, Maryland.
Sabía quién era el culpable, y no se trataba de antisemitismo ni de un boicot contra Israel. El cierre del gobierno federal había dejado a cientos de miles de empleados federales en todo el país sin trabajo, y sus clientes habituales estaban reduciendo sus gastos.
“La gente está hablando más abiertamente sobre sus inseguridades financieras en este momento”, dijo Katz. “Simplemente no están seguros de cuándo van a recibir su sueldo”.
Tan sólo en Silver Spring, la sede de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emplea a más de 10.000 personas. En el área metropolitana de Washington D.C., aproximadamente 280.000 trabajadores son empleados del gobierno federal. Dado que todos estos trabajadores llevan varias semanas sin cobrar, Katz comentó que había recibido quejas de miembros de su comunidad que estaban sufriendo las consecuencias económicas.
Así que la semana pasada publicó una oferta en Facebook: “Haz tu pedido ahora y páganos más adelante cuando cobres”. Pronto empezaron a llegar los primeros pedidos.
“Aquí no regalamos nada, pero me di cuenta de que, simplemente permitiendo que la gente aplace sus pagos, eso podría ayudarles mucho a recuperar su sensación de normalidad”, dijo Katz.
La publicación no tomó postura sobre el cierre del gobierno, que se ha visto obstaculizado por un punto muerto entre senadores demócratas y republicanos respecto a proyectos de ley de gastos contrapuestos y que no parece estar cerca de resolverse. “En Ben Yehuda intentamos mantenernos al margen de la política”, decía.
La pizzería Ben Yehúda está ubicada en Kemp Mill, un barrio de Silver Spring con una considerable población judía ortodoxa y varias sinagogas y centros comunitarios judíos. Katz comentó que, si bien la oferta estaba abierta a todos los empleados federales, la mayoría de sus clientes habituales son judíos.
Dijo que el momento del cierre, que comenzó el 1 de octubre y coincidió con el comienzo de Yom Kippur, había agravado aún más la situación de las familias judías locales a las que atiende.
“Cuando empezó todo esto durante las fiestas, de repente nos encontramos con facturas de comida enormes, porque teníamos que pagar todas esas comidas festivas”, dijo Katz. “Cuando no sabes cuándo va a llegar el próximo cheque, te aprietas el cinturón, o quizá no celebras tanto como te gustaría”.
Líderes y grupos judíos de todo el país se han movilizado para apoyar a los trabajadores del gobierno federal no remunerados afectados por el cierre del gobierno, algunos de los cuales desempeñan funciones esenciales sin recibir pago.
En San Diego, la filial local del Servicio Familiar Judío comenzó a distribuir bolsas de alimentos a los trabajadores federales afectados a los pocos días del cierre del gobierno. Desde entonces, ha proporcionado más de 5700 comidas a unas 1000 familias.
Varias organizaciones de préstamos gratuitos han creado programas especiales para empleados federales, siguiendo el ejemplo de la iniciativa de la Asociación Hebrea de Préstamos Gratuitos del Área Metropolitana de Washington durante el cierre del gobierno en 2018 , que duró 35 días y estableció un récord que pronto podría ser superado. La Sociedad Hebrea de Préstamos Gratuitos de Nueva York, por ejemplo, ofrece préstamos sin intereses de hasta 7500 dólares a los empleados federales afectados por el cierre actual.
El viernes, Katz dijo que dos familias ya se habían acogido al plan de aplazamiento de pagos de Ben Yehuda. Pero añadió que muchos más miembros de la comunidad se habían puesto en contacto para preguntar cómo podían contribuir con una comida para un empleado federal.
“Eso es lo que realmente me inspira: ver a gente dispuesta a hacerlo”, dijo. “Eso ha sido, sin duda, lo más bonito que ha surgido de todo esto”.
(JTA)
